COACHING, COACHING TELEOLÓGICO, General
Las metáforas en los procesos de Coaching Teleológico
El objetivo de este artículo es señalar la importancia y ventajas de incorporar la metáfora a los procesos de coaching teleológico para aprovechar el enorme potencial que este recurso nos ofrece.
En este artículo encontrareis
- El uso de las metáforas, sus orígenes
- Aprendizajes del Coach para aprovechar las metáforas
- La finalidad de las metáforas en los procesos de coaching
- La metáfora como facilitadora del proceso de coaching
- Ejemplo práctico. Desarrollo de un proceso
- La selección de las metáforas
- El porqué de la metáfora elegida
- Cómo ampliar la metáfora con nuevas aportaciones
- Agradecimientos
- Bibliografía y referencias
1. El uso de las metáforas, sus orígenes
La psicología humanista siempre se ha sentido cómoda utilizando la metáfora, los cuentos y las historias como una herramienta muy provechosa en procesos de desarrollo humano. Es natural que el Caoching Teleológico, que se fundamente en dicha corriente psicológica, aproveche este recurso en sus intervenciones.
Ejemplos de metáforas hay muchos y siempre se han utilizado para ejemplificar ciertas situaciones que de otra manera sería sumamente difícil. Desde las parábolas del evangelio pasando por la literatura infantil y las fábulas hasta llegar hoy en día a los cuentos que aparecen el los libros de autoayuda, las metáforas nos han ayudado a comprender mensajes importantes para nosotros.
Aristóteles definió la metáfora como una comparación entre entidades en apariencia diferentes. También decía que las metáforas nos hablan del poder de la mente para crear pensamientos generadores de amplias posibilidades.
De la misma manera que definimos el coaching como el vehiculo que transporta a las personas de donde están a donde quieren ir, con la metáfora transportamos el significado de la inconciencia a la conciencia.
Freud afirmaba que el pensamiento en imágenes se encontraba más cerca del inconsciente que el pensamiento en palabras.
En la corriente psicológica del constructivismo se entiende que cada persona posee su propia realidad y, por tanto, no existen realidades más reales que otras. La realidad se confunde con las gafas de quien la mira. Por consiguiente, las metáforas que cada uno de nosotros empleamos para definir el mundo son nuestra forma de filtrar la realidad o, dicho de otra forma, constituyen nuestra propia realidad.
El estudioso más representativo del uso del lenguaje metafórico en hipnosis es sin duda Erickson, que utilizaba las metáforas como analogías de la problemática del cliente.
El contar historias o metáforas es un recurso ampliamente utilizado en la psicología humanista.
2. Aprendizajes del Coach Teleológico para aprovechar las metáforas
Las metáforas que utilizamos en los procesos de coaching teleológico se podrían clasificar en dos grupos: las que el coach identifica en la exposición del cliente y las que ofrece el coach a su cliente.
Con la experiencia y la supervisión de nuestra práctica profesional, los coachs aprendemos a escucharlas en nuestros clientes y señalarlas como algo interesante a investigar. Aprendemos a preguntar para descubrir el significado que tienen para el cliente y que posibilidades aportan para generar las condiciones de cambio y finalmente aprendemos a trasladarlas al problema que quiere resolver y conectarlas con actuaciones futuras.
Con la experiencia, los coachs vamos ampliando nuestra carpeta de provechosas metáforas y con nuestra creatividad e intuición construimos las que sean más idóneas durante el transcurso del proceso.
Mucho es lo que nos queda por aprender sobre el poder de las metáforas como herramientas de intervención en procesos de coaching. Seguir investigando en sus aplicaciones y repercusiones puede ser muy útil para todos aquellos profesionales que nos dedicamos a acompañar a las personas en sus procesos de crecimiento y desarrollo personal y profesional. Cómo dice Robert Dewar: “Las mentes son como los paracaídas. Solo funcionan si están abiertas”.
3. La finalidad de las metáforas en los procesos de coaching teleológico
Vivimos inmersos en una cultura que desde la cuna nos enseña a pensar de forma lógica-racional. Por ello, cuando tenemos un problema intentamos abordarlo de la forma más «racional» posible. Aunque emociones y procesos inconscientes afecten nuestras decisiones intentamos afrontarlo todo racionalmente. Buscamos soluciones lógicas y nos dan soluciones lógicas que no siempre nos van a ayudar. Si el coach nos ofrece exclusivamente esta estrategia probablemente no llegaremos a lugares distintos.
Cuando aprovechamos la metáfora que aporta el cliente logramos que su implicación y compromiso con el proceso aumente. Movilizarlo hacia el cambio y aprendizaje es el objetivo de un proceso de coaching.
Las metáforas que el cliente verbaliza son un material que no podemos pasar por alto. A lo largo del proceso de coaching teleológico trabajar con las metáforas que aporta el cliente permite generar conversaciones efectivas al promover sustituciones analógicas para pasar de la zona de confort a la de aprendizaje al soslayar las resistencias propias de cualquier proceso de cambio.
Recurrir a las propias metáforas del cliente para investigar en su inconciente es muy poderoso. Otras veces es el coach que aprovecha lo que está aportando el cliente para ofrecerle un feedback en forma de metáfora. Sea como sea, si la aporta el cliente o la ofrece el coach, saber utilizar este recurso facilitará que el cliente, sin hablar directamente de ello, vaya al corazón del problema y busque en su inconciente las respuestas y soluciones que necesita.
Durante el proceso de coaching teleológico será importante para nuestro trabajo como coachs, disponer de un conjunto de metáforas, cuentos o frases inspiradoras que podamos utilizar en el momento oportuno.
La naturaleza nos ofrece infinidad de metáforas y símbolos que podemos utilizar para que el inconciente del cliente conecte con respuestas que de otra manera serían prácticamente imposibles. Son una buena manera de iniciar una conversación profunda y enriquecedora. Son un recurso magnifico en los procesos de coaching para comprender determinados comportamientos o situaciones al potenciar la búsqueda inconciente de significados y recursos.
Son particularmente idóneas para desbloquear un momento del proceso, para inspirar o estimular la creatividad a la hora de encontrar soluciones o para ofrecer un cambio de perspectiva, también pueden servir para aceptar desafíos, promover la reflexión y sobre todo para facilitar la toma de conciencia de nuestro cliente.
La metáfora es una herramienta, no la herramienta, es decir, es útil y apropiada para algunas sesiones y para algunos clientes, pero no útil para todos los coachs, ni para todos los procesos. Es una herramienta útil pero insuficiente para explicar el proceso de cambio de nuestros clientes. El ser humano es demasiado complejo y lleno de posibilidades como para atribuir tanto poder a un recurso concreto. La metáfora posee muchas ventajas pero también tiene sus inconvenientes. Como dice Gareth Morgan en sus trabajos de análisis de las organizaciones (1986): «Las metáforas crean visión, pero también distorsionan. Tienen su potencial, pero también sus limitaciones. Al crear formas de ver, crean también formas de no ver.» Excelente aportación que nos puede llevar a reflexionar más allá de lo evidente.
4. La metáfora como facilitadora del proceso de coaching teleológico
El lenguaje metafórico es un gran recurso y permite a nuestro cliente:
- Verbalizar aquello que no puede decirse a si mismo
- Ser consciente de su realidad y sus limitaciones
- Ser consciente de su inmenso poder creativo
- Abrirse a nuevas alternativas y soluciones y no cerrarse en si mismo y en su dolor o problema
- Distanciarse y observarse desde fuera, sin estar en el epicentro de sus emociones
- Buscar el sentido a su experiencia, a sus circunstancias y a sí mismo en ellas
- Mejorar a partir de la oportunidad que le ofrece esta situación
- Incrementar su autoconocimiento y su capacidad de aceptar la realidad integrando sus limitaciones con sus fortalezas
- Crear las condiciones para cambiar su realidad y su manera de vivirla e influir en ella.
- Constituir una solución, iniciar el camino hacia la misma o cambiar substancialmente el enfoque del problema.
Además, el lenguaje metafórico nos permite sintonizar y comprender el significado real que tiene para el cliente el tema que quiere abordar. Venciendo las resistencias y facilitando el proceso.
La metáfora nos permite abordar ciertas situaciones dolorosas de manera que no hieran o levanten actitudes defensivas que impidan su abordaje.
Como dice Jenny Moix Queraltó en su artículo: “las metáforas en la psicología cognitivo-conductual” (2006): el lenguaje simbólico actúa sobre nuestro subconsciente de una forma mucho más potenciadora que cualquier sugerencia o consejo. No agrede a la persona, ni a sus creencias, moviliza nuestra capacidad creativa y puede generar nuevas ideas que en algunas situaciones nuestra parte racional no es capaz de resolver, las metáforas pueden constituir trampolines heurísticos.
5. Ejemplo práctico. Desarrollo de un proceso
Estaba el otro día hablando con una conocida de mi ámbito profesional, con la que más allá de charlas encantadoras jamás hemos compartido temas personales e íntimos. Le comentaba que estaba pensando el la rosa (flor), cómo metáfora de vida, como metáfora para incluirla en un proceso de coaching. Muy amablemente se interesó por el tema y me pidió que le explicara su aplicación. Inicié así la conversación:
COACH: ¿Qué te sugiere la imagen de una rosa con espinas?
CLIENTE: Mira, yo en mi jardín planto rosales y los cuido, pero nunca me fijo en las espinas, siempre veo la rosa.
COACH: Entiendo que cuando contemplas las rosas, solo te fijas en la rosa, no en sus espinas.
CLIENTE: Exactamente.
COACH: ¿De qué manera lo que haces con las rosas se parece a lo que haces en tu vida?
CLIENTE: Que ojala en mi vida hiciera lo mismo, me olvidara de las espinas. Mi familia me dice que tengo que olvidar los agravios, que tengo que mirar hacia adelante, pero me cuesta olvidar las heridas que producen las espinas. Me gustaría poder olvidar las espinas, como hago con las espinas de las rosas de mi jardín.
COACH: Entiendo que el recuerdo de las heridas que te infringen ciertas espinas es difícil olvidarlo y esto te impide a veces seguir adelante.
CLIENTE: Exactamente.
COACH: Te apetece que sigamos avanzando y profundizando en este tema que acabamos de iniciar…
CLIENTE: Me encantaría, gracias.
Algunas de las preguntas hacían referencia explicita a la metáfora, así conseguimos soslayar su actitud reactiva ante este tema que tanto la preocupaba:
COACH: Cuando dices que te gustaría olvidar las espinas ¿a qué te refieres?
CLIENTE: Me gustaría olvidar los agravios. Pero no puedo.
COACH: ¿Cuáles son las consecuencias de no olvidar las espinas?
CLIENTE: Que le doy muchas vueltas, que me siento herida, que creo que los demás no me quieren, que siento resentimiento hacia ellos. Soy infeliz.
COACH: Cuando te planteas olvidar las espinas ¿qué problema quieres solucionar?
CLIENTE: No puedo solucionar ninguno, hay una parte de mí que sabe que no hay rosas sin espinas, es como si quisiera negar la realidad, en el fondo, espero que no pase y vuelve a pasar, es como si creyera que olvidando las espinas, estas no me harán daño.
COACH: Si no he comprendido mal, hasta ahora, has intentado olvidar las espinas, y parece que no ha funcionado. Por lo que estoy escuchando eres conciente de que las rosas tienen espinas y que olvidar la realidad no te ha funcionado demasiado bien.
COACH: ¿Cuándo te hieren sus espinas?
CLIENTE: Cuando al cogerlas para cortarlas y hacer un ramo, me olvido de que sus espinas son la herramienta que utilizan para protegerse de mi necesidad de poseerlas. Es eso, en el fondo de lo que realmente me olvido es de mi, de lo que pretendo con las rosas, de que realmente no necesito poseerlas, solo agradecer que compartan su aroma conmigo.
COACH: ¿Qué quieres hacer a partir de ahora con las rosas de tu vida?
CLIENTE: Dejar de poseer a las personas que amo. Cuando me claven sus espinas estar alerta, probablemente estoy agrediéndolas o intentando controlarlas. Ser conciente de que no puedo poseer a las personas que amo y que cuando me hieren de alguna manera estas heridas me las infrinjo yo por mis propias inseguridades y miedos.
COACH: ¿Qué quieres cambiar realmente?
CLIENTE: Mi manera de amar, aprender a aceptar lo que me dan las personas que amo y que me aman, sin querer dominarlas ni utilizarlas en mi beneficio.
COACH: ¿Qué mensaje te ha aportado esta metáfora?
CLIENTE: Que la solución no pasa por olvidar los agravios. Que cuando las personas que amo me hieren no tienen la voluntad de herirme, en el fondo me hieren cuando intento “sujetarlas”, cuando las quiero “dominar”. La solución no es olvidar, precisamente se trata de no olvidar, no olvidar que para disfrutar de su amor, no tengo que “apresarlas”.
Apunto este caso como un ejemplo real, donde a partir de una metáfora se inició un proceso de coaching, un proceso de autoconocimiento, de toma de conciencia y transformador. Desde una perspectiva simbólica esta persona pudo abrirse y expresar un tema “espinoso” para ella y llegar al fondo de su problema, que no estaba en lo que hacían los demás, ni en como protegerse de los demás. Que su planteo reactivo la alejaba de la solución. Que la solución partía de su autoconocimiento y su toma de conciencia.
Más tarde, “Rosa” (pseudónimo con el que me voy a referir a mi “clienta”) en su síntesis me comentó que había sido muy fácil conectar con este aspecto de su vida. Que se había dejado fluir. En cambio, cuando lo abordaba con su familia en un plano práctico y directo, ella se defendía, se resistía y se sentía muy mal, que hablarlo de manera simbólica le permitió vencer su necesidad de protegerse y así profundizar y escucharse a si misma.
La metáfora nos permite abordar los problemas de nuestros clientes sin supuestos previos que distorsionen nuestra intervención. Partimos del significado que atribuye el cliente a la situación que está experimentando y así evitamos interferir con nuestro bagaje personal. Respetamos la carga de significado que utiliza nuestro cliente sin perdernos toda su riqueza. El lenguaje metafórico posibilita ir más allá de lo que a simple vista podemos apreciar. El lenguaje metafórico es atemporal, es decir, podemos hacer referencia en cualquier momento del proceso a la metáfora que hemos trabajado como punto de referencia para evaluar el proceso.
6. La selección de las metáforas
Cuando el cliente plantea el tema del que quiere hablar, el problema que quiere solucionar, puede que acuda a nosotros una intuición. A mi me gusta escuchar estas intuiciones y compartirlas con mis clientes. Si no son acertadas o no conecta con su tema, las dejamos de lado y seguimos investigando por otros derroteros. Pero cuando la intuición es atinada avanzamos por ella mientras sea productiva.
Conocer de dónde parte el cliente y a dónde quiere llegar ayudará a que nuestra intuición conecte con la metáfora más apropiada. La metáfora puede ser una imagen, una historia, un cuento, un ejemplo o una frase que nos sirva como enlace, como el puente que nos lleve de donde está ahora el cliente a donde realmente quiere llegar (aunque a veces no es conciente de ello).
También es importante que nuestro nivel de sintonía y empatía sean altos respecto a nuestro cliente ya que de está manera podremos dejar fluir nuestro inconciente para que emerja la metáfora más pertinente y rica en cada momento; una metáfora que represente el posible problema y que esté vinculada a su realidad.
7. El porqué de la metáfora elegida
¿Por qué la rosa como metáfora para iniciar un proceso de coaching teleológico? Porque la rosa, para muchas personas y en muchas culturas posee un enorme y profundo caudal simbólico. La naturaleza nos ofrece lecciones filosóficas profundas y veraces que podemos aplicar a nuestra vida. Al utilizar la metáfora de la rosa podemos extraer sabias lecciones de vida.
¿Qué fragancia desprenden mis acciones? ¿La contemplación de la belleza de la rosa (la nueva propuesta que te están ofreciendo), de qué te está distrayendo? ¿Centrándote en las espinas, que estás pasando por alto? ¿Qué necesita tu rosal, para florecer?La inspiración de utilizar esta metáfora en los procesos de Coaching teleológico “floreció” al escuchar la rumba del grupo musical Mecano “Una rosa es una rosa es una rosa”:
Quise cortar la flor
más tierna del rosal,
pensando que de amor
no me podría pinchar,
y mientras me pinchaba
me enseñó una cosa
que una rosa es una rosa es una rosa.
Compartia con el Dr. Villegas mi interés en este tema y al hablarle de lo que me había inspirado, me comentó, desde su profundo conocimiento y sabiduría, que la frase “una rosa es una rosa es una rosa” podía deberse a un fragmento del poema Sacred Emely, contenido en el volumen Geography and Plays, escrito en 1913 por la poetisa norteamericana Gertrude Stein: “Rose is a rose is a rose” su cita más famosa. Con esta manera tan “sofista” de enfatizar un punto, Stein pretendía que tomáramos conciencia de que “las cosas son como son”. Probablemente esta toma de conciencia por mi parte de que las cosas son como son, sin máscaras ni disfraces contribuyó a que me animara a profundizar en dicha metáfora y la aplicara a los procesos de coaching.
En el Coaching Teleológico partimos de la realidad y a nosotros en ella para producir los cambios que nos llevarán a donde queremos ir. A partir de esta toma de conciencia, de que las cosas son como son, llegamos a la aceptación de la realidad y de esta manera nos abrimos a la posibilidad de escuchar en lo más profundo de nuestro corazón la respuesta que verdaderamente necesitamos para seguir adelante sin “caretas” ni “velos”.
La rosa también evoca fragancias y perfumes. Para mi es evocar el mes de mayo, por calles con patios delanteros profusamente repletos de rosales que te hacían conciente del paso de las estaciones, de la llegada de la primavera, de que el cambio formaba parte de la vida cotidiana, de que nada es inmutable, de que las cosas tienen un principio y un final, de que todo puede mejorar (o empeorar) pero no es perdurable.
Mantener un rosal en condiciones tiene sus secretos, pero crear un nuevo rosal es una tarea tremendamente compleja. Habitualmente compras un rosal y lo plantas en tu jardín, pero reproducir un rosal por su aroma peculiar, por su color o textura ya no es tarea sencilla. En la mayoría de casos, cortas un esqueje, siembras una semilla y con suerte si lo cuidas, arraiga, encuentra su lugar y crece. Pero con los rosales las cosas no son de esta manera.
Siguiendo con el ejemplo del proceso de “Rosa” y aprovechando que cuidaba de sus tres rosales, continuamos nuestra conversación por derroteros más agrónomos. Le preocupaba que una plaga o una helada la dejaran sin rosales y con ello perdería….
¿El rosal está plantado en una maceta o en tierra firme?
¿Qué condiciones has de crear para que florezcan tus rosales?
¿En que contribuyes a crear dichas condiciones?
¿Qué puedes ofrecerle a tu jardín?
8. Cómo ampliar la metáfora con nuevas aportaciones
A lo largo de la sesión con “Rosa” utilicé otras referencias vinculadas a la metáfora de la rosa para seguir ampliando y profundizando en su autoconocimiento y toma de conciencia.
Por si podían serle útiles, compartí con ella dos temas que la metáfora y nuestra conversación me sugirieron. Por un lado la “rosa” única y especial protagonista de una obra simbólica maravillosa, “Le Petit Prince” de Antoine de Saint-Exupéry. Centrándonos en la metáfora de la rosa, esta representa el amor del Principito, “su rosa” que es maravillosa porque es única en su planeta, ha habido otras, pero ésta es la que ha florecido, es perfecta y al mismo tiempo llena de imperfecciones, frágil y necesitada de cuidados especiales, orgullosa, vanidosa, mentirosa y egoísta y a pesar de sus imperfecciones digna de amor.
¿En qué medida eres como esta rosa?
¿Qué hace únicas a las rosas de tu jardín?
¿Qué te hace única, especial y diferente?
¿Cómo cuidas tus rosas? ¿Cómo te cuidas a ti misma?
¿Qué espinas forman parte de ti?
¿En qué jardín desprendes tu mejor fragancia?
¿Qué es un abono para ti?
¿Qué debería podar para crecer fuerte y desprender tu mejor perfume?
La otra referencia que me sugirió nuestra conversación y que compartí con ella fue la de una pequeña historia que aparece en un exquisito y reflexivo libro “El monje que vendió su Ferrari” de Robin S. Sharma: “Cuando parece que ha exhalado su último aliento el luchador despierta, quien sabe si movido por la fragancia de una rosas amarillas que florecen cerca de allí…”. A través de esta metáfora el autor nos habla de una virtud, de un valor extraordinario: “Una de las virtudes esenciales… es que en el último momento, al margen de lo que hayas conseguido… la calidad de tu vida se reducirá a la calidad de lo que has aportado… ¿Tiene algo que ver con las rosas amarillas?… Las rosas amarillas te recordarán el antiguo proverbio chino que dice: “la mano que te da unas rosas siempre conserva un poco de la fragancia”… el sentido está claro, cuando trabajas para mejorar la vida de los demás, indirectamente estás elevando la tuya.”
Cuando compartí con “Rosa” este fragmento su rostro se iluminó de entendimiento y conectó con algo más que con fragancias, rosas y espinas, conectó con la finalidad, con aquello que realmente daba sentido a su vida. Encontró la respuesta que estaba buscando para afrontar “las heridas producidas por las espinas de las rosas que le importan”… Su sentido de contribución. Podía elegir entre guardar en su memoria el recuerdo del roce de la espina o podía guardar en sus manos la fragancia de las rosas…
Esto me trajo a la memoria una poesía de José Martí que memoricé en mi infancia y que siempre he guardado en mi corazón y que compartí con Rosa:
Cultivo una rosa blanca
en junio como enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.
-¿Qué te sugiere esta metáfora?
-¿Qué significado le da a tu experiencia?
Las rosas blancas pueden representar la calma, la tranquilidad y el sosiego si están fuertemente enraizadas en la tierra (la realidad), pueden representar la simplicidad y la sencillez para reconocer nuevas maneras de pensar y entender el mundo y a nosotros mismos para permitirnos superar el miedo y la necesidad de “falso” control de las frustraciones (heridas de las espinas), como el símbolo que puede ayudarnos a abrirnos y transformarnos desde nuestro interior y liberarnos de aquellas espinas que “falsamente” nos protegen y a la vez nos aíslan.
Saber escuchar y utilizar este lenguaje forma parte de las múltiples competencias que podemos desarrollar para elevar a nuestros clientes, ampliar su mirada y generar nuevas posibilidades de cambio. Pero no olvidemos que la metáfora es el “mapa” pero no es el “territorio”. Su valor está vinculado a saber trasladar lo elaborado a través de la metáfora a la realidad concreta, a las creencias y situaciones reales de nuestros clientes. Elaborar significado sobre “rosas y espinas” por muy rico que sea, no servirá de mucho si nuestro cliente no puede cambiar su modelo mental y en consecuencia su manera de actuar e interactuar en su vida.
9. Agradecimientos
A todas aquellas personas que han dedicado su tiempo, su saber y su cariño para ofrecerme ánimos y sugerencias: Dr. Manuel Villegas, Pury Ruiz, Hermínia Gomà Ollé, Annamaria Delgado, Irene Loureiro y Angel Carro. Y como no, a «Rosa», por darme la oportunidad de conversar con ella y ofrecernos la oportunidad de seguir aprendiendo.
10. Bibliografía y referencias
Azzollini, S.C. y González, F.F. (1997). Esbozo para una conceptualización del pensamiento analógico-metafórico. Revista del Instituto de Investigaciones de la Facultad de Psicología, 2 (2), 5-14.
Burns, G.W. (2003). El empleo de metáforas en psicoterapia. 101 Historias curativas. Barcelona: Masson (Orig. 2001).
Cataláo, J.A. y Penim, A.T. (2011). Herramientas de coaching. Ediciones Lidel. Lisboa.
Fernández, J. (2010). Educar en ser persona. Baketik.
Gallego, C. (1996). Procesamiento del lenguaje metafórico frente al lenguaje literal. Revista de Psicología del Lenguaje, 1, 59-87.
Moix Queraltó, Jenny (2006). Las metáforas en la psicología cognitivo-conductual http://www.papelesdelpsicologo.es/vernumero.asp?id=1343
Mosterín, J. (2003). La insuficiencia de los paradigmas metafóricos en psicología. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 23, 89-104.
Watzlawick, P. (2001). ¿Es real la realidad?. Barcelona: Herder (Orig. 1976). Barcelona.
Wilson, K.G. y Luciano, M.C. (2002). Terapia de aceptación y compromiso (act). Madrid: Pirámide.
Yalom, I.D (1984). Psicoterapia Existencial. Herder. Barcelona.
¿Qué metáfora es la que más te ha movilizado en tu vida?
¿Cuál es tu preferida para trabajar con tus clientes?
Hermínia Gomà
Sant Pere de Ribes
16 Agosto 2011
48 Comments
Sandra Santiago
Ha sido una reflexión increíble y un aprendizaje de como utilizar este fabuloso recurso para las sesiones con los clientes y para una misma.
Me ha hecho en estos momentos un cambio de paradigma, entenderme más que es lo que me ocurre que espinas son con las que me encuentro en mi vida y como puedo sortearlas.
Agradezco este aprendizaje y esta forma de ver y hacer entender lo que estamos entendiendo o lo que nos quieren contar, es una forma de facilitarle el camino al cliente que viene con dudas acerca de lo que le pasa, ayudar desde un pequeño cuento o metáfora que se identifique conecte con el problema y lo pueda visualizar desde otra perspectiva, creo que haciéndolo es como se te queda mucho más claro.
Me quedo con la frase: «La mano que regala rosas, siempre se queda con algo de aroma». Me parece BRUTAL y me da fuerzas para seguir con este proyecto profesional y de vida.
Jenni Monterroso
¡Me ha encantado leer este artículo!
Nunca había puesto atención al uso de las metáforas que utilizamos en nuestro día a día y, en mi caso, son muchas. Después de leer este artículo, tomo aun más conciencia de lo potentes que son para llegar a lo «inconsciente» de la información que damos a través de lo que decimos, y como coach, nos aporta mucha información evitando que haya pasado por la racionalización profunda.
Además, considero que únicamente no potencia la creatividad del cliente sino la nuestra propia, nos impulsa a confiar en nuestra intuición porqué somos capaces de llegar a un nivel más profundo de reflexión con nuestro cliente, acompañándole a que surjan estas tomas de conciencia por su parte.
En su vertiente menos positiva, creo que a nivel personal es bueno asumir la responsabilidad de darnos cuenta de las metáforas que tenemos muy introducidas en nuestra forma de hablar porqué de ellas obtendremos claridad sobre nuestras creencias, algunas de ellas limitantes y podremos hacernos responsables -si queremos- y decidimos cambiarlas para que no limiten nuestra conducta.
En resumen, creo que es una muy buena herramienta que nos lleva por un sendero paralelo al análisis racional y nos hace llegar aún más lejos, más profundo, a la par que conectando mejor con el otro.
Estoy deseando usarlas en mis procesos de coaching.
cantineoqueteveo oficial
Antes de todo agradecerte por todo el contenido que tienes publicado, es mucho y de gran calidad, y sobre el tema, todo perfecto, saludo
Sergi Montells
Después del seminario del Máster donde aprendimos la importancia de las metáforas, he aprendido que éste es un recurso valiosísimo dentro de un proceso de Coaching.
Personalmente a mi me ayudan muchísimo las metáforas, para ilustrar y comprender situaciones y comportamientos reflejados en terceras personas. Esta realidad ayuda a tomar consciencia de comportamientos. Me gusta la reflexión de, como profesionales del Coaching Teleológico, poder ofrecer un cuento, una historia, una metáfora a nuestros clientes en forma de regalo, para que, humildemente, ésta pueda servir de ayuda al cliente para entender su realidad y alcanzar su objetivo. Y en caso contrario, poderla desechar y seguir caminando juntos.
Una metáfora especial para mí? La verdad me gusta mucho el cuento del Elefante encadenado de Jorge Bucay. Muchos momentos seguimos “amarrados” inconscientemente de una cadena ficticia que nos ata al pasado y pensamos que limitaciones de ayer (creencias limitantes) todavía nos van a poder limitar hoy.
Júlia Coll Pons
Mai no havia pres prendre consciència de les metàfores fins el seminari de Carles Adamuz. La veritat és que sí que havia llegit històries que m’havien fet reflexionar i en aquell seminari em vaig adonar que també havia fet servir metàfores per distanciar-me de situacions complexes o per empoderar-me en d’altres.
El símbol amb el que m’identifico ara és amb l’aigua.
L’article m’ha semblat fantàstic perquè usa les metàfores, frases i poemes per explicar la temàtica i m’han resultat increïbles les preguntes que es plantegen a partir del roser. Serem capaços nosaltres de plantejar preguntes tan poderoses?
El que m’agrada de l’article és que les metàfores estan molt bé i són un recurs, però no són per tothom ni en tot moment. I l’altre tema és que són el mapa i no la realitat. I que és necessària una transferència a la problemàtica i vida de la persona perquè tingui realment un efecte transformador.
Com a Coach hauríem de tenir un enorme maletí de metàfores per poder-les oferir al client si es donés el moment oportú. Però crec que el més important de tot és ser capaços d’escoltar les metàfores que utilitza el client i aprofitar-les per seguir ajudant-lo a assolir l’objectiu marcat. La intuïció, com diu l’article és un aspecte important i quan ho sentim, sempre ho podem compartir amb el client, des de la humilitat més profunda i, si no li diu res, deixar-la aparcada i continuar.
A mi realment em costa el tema dels contes i històries, però m’agraden les imatges, els poemes i les frases. Cada Coach trobarà el seu estil.
Deixaré dues frases de Mario Benedetti que m’han inspirat en molts moments, encara avui, m’inspiren:
«Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo»
«No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda, y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños. Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, porque cada día es un comienzo nuevo, porque esta es la hora y el mejor momento.»
María Boggiero
Parece mentira lo que da una rosa!!!!! Gracias por este aprendizaje hecho de poesía.
Para mí la metáfora es un acto lúdico y creativo, una manera de entender y dar a entender. Pero como juego, no lo debo confundir con el jugador. El lenguaje metafórico nos ayuda a bucear en el fondo del rio del cliente y pescar lo que conscientemente no se está dejando ver. Y qué gran oportunidad cuando el cliente la exporta hacia fuera. Ted Cohen afirma, en el artículo de la vanguardia anexo, “Somos animales metafóricos. Somos fabricantes de metáforas. Somos lectores de metáforas. Supuramos metáforas.” Cuando se trata de vivir la metáfora desde nuestro rol de coach esa fábrica, esa lectura, ese supurar, la he de hacer desde el sentir de mi cliente, su particular mirada y entendimiento de las cosas, para poder darle así un feedback efectivo. Luego continúa Cohén,“El talento para la metáfora exige capacidad para la empatía: ver al otro como si fueras tú, verte a ti como si fueras otro”…inspirador!
Investigando un poco sobre los peligros de las metáforas me he encontrado con un artículo que narra un estudio acerca de las metáforas sobre el proceso de cáncer, palabras como batalla, enemigo, vencer, (que tanto se han usado en los medios de comunicación) constituyen un impedimento para que los pacientes incorporen las conductas de prevención y tratamiento recomendadas, a la vez que les producen culpabilidad e impotencia. Palabras como viaje y transformación, les motivan a seguir los lineamentos indicados por los médicos y a tener una actitud más positiva.
La metáfora es un acto creativo y comunicante, me gusta la descripción de Manfred Max Neef, » el acto creativo comienza cuando yo me integro con, cuando soy parte de, cuando penetro profundamente algo y sobre todo si lo penetro con amor, es decir, con el deseo de poderme potenciar sinérgicamente con él» Este economista chileno topa con la metáfora en el ejercicio de su profesión y la aprovecha para su propia “causa” que es la de ayudar al hombre en condiciones económicas más inestables, cuenta su experiencia metafórica en el siguiente artículo: http://www.fepsu.es/interculturalidad/manfred-max-neef-y-su-concepto-de-economia-descalza.html
Por último comparto una experiencia metafórica personal:En mi primer viaje a Francia visité el Louvre, entré con euforia para ver cara a cara a «La Gioconda» pues durante mi juventud siempre me produjo curiosidad observar la misteriosa sonrisa y qué develaba. Cuando llegué a la sala estaba abarrotada, finalmente penetré el muro humano… y nada! No pasó nada!. Me retire un tanto defraudada por no haber encontrado “magia” ante su presencia… y apareció lo inesperado, al girarme hacia otra sala, me tope de frente y por sorpresa con «San Juan Bautista», también de Leonardo da Vinci, solitario, sin miradas ajenas más allá de la que sostuvimos el retrato y yo, me absorbió la atención hasta la última célula, su mirada cómplice ante una realidad que sabíamos los dos, un dedo que señalaba el cielo… Me conectó directamente con la confianza en la armonía de la existencia, un guiño risueño a las circunstancias de la vida. Mucho más allá del personaje retratado vi un misterio revelado en el. La metáfora se traduce en que muchas veces la persecución de un encuentro te lleva a otro, la búsqueda profunda al final emerge en la “magia” que no siempre se da en los objetos que creíamos portadores de la misma, y es que esa magia para emerger necesitaba de silencio y soledad. Ahora, cuando veo la imagen del cuadro no solo me recuerda todo el mar de sensaciones que tuve frente a su “presencia”, sino la importancia de espacios de silencio y soledad para profundizar en mi misma.
Ana Sánchez Castillo
Desde el seminario con Carlos Adamuz descubrí la potente arma de doble filo que es una metáfora. A veces te sueltan una metáfora que hiere y es como tirar la piedra y esconder la mano. Te la han tirado y su sangre y la brecha de la cabeza son reales, sin embargo no puedes «ofenderte» ni «defenderte» porque el dolor viene de tu interpretación, no te han dicho tú eres esto o lo otro. En muchas otras ocasiones la metáfora te ofrece otra visión de las cosas, otra mirada de la realidad. Nuestro lenguaje está lleno de metáforas, así que como coaches necesitamos estar muy atentos a las que use el cliente que le puedan estar limitando su desarrollo.
Estoy practicando últimamente todo lo que puedo así que voy a usar la metáfora de la rosa con espinas en mi próxima sesión de coaching a ver que pasa. La historia real que nos contabas me ha parecido muy interesante y muy instructiva, la clienta se sentía mucho más libre al hablar de espinas que si hubiera estado hablando de hijos, padres o pareja, era como hablar más en abstracto, con desapego. Me gusta también tu invitación a que sigamos nuestra intuición y seguir investigando por ahí si acertamos o abandonarla si no conecta con lo que el cliente quería decir.
Que metáfora me ha movilizado más en mi vida? Pues creo que la que más me ha movilizado en la vida ha sido la que habla de “tirarse a la piscina”. Soy muy cautelosa, con todo lo bueno y malo que tiene esa cualidad. Seguramente me ha salvado de algunos accidentes en mi vida o de algún que otro susto. Pero a veces me he tirado a la piscina! Para mi significa hacer algo por impulso, por intuición sin medir escrupulosamente lo que puede ir mal y para mi sorpresa ha ido bien! He confiado en mí y soy de fiar! Y con la experiencia he mejorado mi autoestima y mi coraje!
Joan Ferran
Las metáforas me parecen una herramienta potentísima para los procesos de coaching, ya que permiten ayudar a la coachee a explicar una realidad y de una forma que le puede ser más fácil ya que no está hablando de si mismo sino que habla de símbolos o situaciones figuradas, con lo que emocionalmente resulta ‘más fácil’, es decir permite hablar de un tema sin que se cite de forma explícita, de manera que evita el conflicto. Por otro lado, la metáfora empleada opr el coachee facilita el recordar el mensaje, tiene mucho poder nemotécnico. No obstante, no deben ser usadas indiscriminadamente, deberemos captar que el coachee es receptivo a las metáforas y posteriormente escoger el tipo. Os adjunto un link de una metáfora que espero que os guste: http://www.crecimientopositivo.es/portal/dos-sacos
Irene Palacios
Muy inspirador Herminia.
Soy fan incondicional de las metáforas. Y por experiencia propia me he dado cuenta de que aquellas que para mí son muy potentes y conectan perfectamente con aquello que quiero transmitir pueden no tener la misma fuerza para la otra persona. Lo cual confirma que es muy personal. Lo que sí consigo, es efectivamente no agredir a la persona ni a sus creencias.
Me parece una herramienta excelente y poderosa si está bien utilizada, porque pone en marcha la parte creativa y llega donde la razón no alcanza en esos momentos.
Si el Coahee nos transmite al principio del proceso o de la sesión una metáfora es un regalo de gran valor para ir avanzando sin herirle y consiguiendo un mayor compromiso por su parte. Como bien dice el artículo, proporciona una fuente rica de recursos para que el Coahee investigue en su inconsciente y encuentre sus propias soluciones.
Desde que hablamos en clase de la metáfora, he tomado conciencia de la importancia de ser cauta en su uso y solo darle nosotros la metáfora al cliente cuando es muy evidente. Porque podemos distorsionar la visión e influir para que nos “compre” algo que no es propiamente suyo.
Mi metáfora: No soy una ola sino el océano. Si creo que soy la ola, la grandeza del océano la proyectaré con mis miedos, frustración y deseos. No identificarme con la ola porque soy cada una de las olas que contiene la inmensidad del océano (Antonio Jorge Larruy.
Me ha encantado la metáfora de la rosa!
Gracias
Diana Sánchez Casanova
Leyendo este artículo, me vienen a la mente “flashbacks” de mi propio proceso de crecimiento. Cuando reviso aquellos momentos que han supuesto un impacto en mi manera de ver las cosas, la metáfora siempre ha estado presente. Gracias a la metáfora, he sido capaz de conectar con una parte más profunda de mi ser, una que me habría costado mucho más alcanzar de no ser por tan valioso recurso.
Por ello, yo aprecio mucho las metáforas. Me parece fascinante como, a través de elementos aparentemente no relacionados, logramos conectar con nuestro mundo interno, de un modo que, además, solo nosotros podemos entender. Un mismo símbolo puede significar cosas muy distintas para dos personas diferentes, o incluso para la misma en distintos puntos de su historia.
Creo que esa “magia” que rodea las metáforas es lo que hace tan importante para mí la escritura. Cuando yo escribo, mi intención nunca es “transmitir un mensaje”. El mensaje que tengo en mi cabeza, el que plasmo en mis palabras, sólo es un reflejo de mi interior, cuya única destinataria soy yo misma. No, cuando escribo, mi intención es que las personas generen sus propios mensajes, que se lleven lo que a ellos le evoque. No es muy distinto del coaching, ahora que lo pienso. Nunca les damos respuestas a nuestros clientes, les provocamos para que ellos mismos las generen.
En fin, ¡muchas gracias, Herminia!
RAQUEL GARCÍA
Todos usamos expresiones metafóricas para hablar de lo que nos pasa (me he quedado helado, estoy perdido, estoy hecho polvo, voy como una moto, me han dado calabazas…) y para transmitir nuestro mundo y emociones internas a las personas con las que nos relacionamos. Sin embargo, identificar mediante una metáfora lo que está viviendo o sintiendo otra persona no es tan fácil, pues requiere una profunda presencia, empatía, sensibilidad y experiencia que nosotros, como coaches, debemos cultivar.
Para responder a tu pregunta, Hermínia, sobre qué metáfora es la que me ha movilizado en mi vida, te diré que fue una metáfora que me vino como inspiración en un sueño en un momento muy crítico de mi vida en el que sentía que mi salud emocional corría un grave peligro, pues me hallaba atrapada en una relación muy tóxica de la que era incapaz de escapar. Yo era plenamente consciente de que esa persona no me convenía ni a mí ni a nuestros hijos comunes, pero el miedo me tenía completamente paralizada hasta el punto de que me visualizaba a mí misma como un zombie cuando iba caminando por la calle, así me sentía exactamente, como una muerta viviente.
Los agravios morales se fueron agudizando hasta llegar a un punto en el que sentí que si no hacía algo para liberarme sucumbiría psicológicamente y ya no habría retorno. Esa noche tuve un sueño muy significativo que me transmitió la inspiración y la valentía que necesitaba para encarar la situación. Me vi atrapada en una habitación oscura que no tenía ventanas y en la que sólo había una puerta, yo quería escapar de aquella habitación porque era mi prisión y deseaba con todas mis fuerzas salir de allí. El problema es que en la puerta había un perro de aspecto feroz y asesino, de color marrón muy oscuro, que ladraba amenazándome y enseñándome sus temibles dientes. El perro me daba muchísimo miedo y sabía que si intentaba atravesar la puerta me mataría sin piedad en pocos minutos…. Pero yo ya había decidido que tenía que salir de aquella habitación, así que me dirigí hacia la puerta muerta de miedo pero firme en mis pasos. Al pasar al lado del perro, sentí que éste me mordió la mano y no me soltaba. Yo seguía avanzando sin mirar atrás pero pensando que si seguía mordiendo me arrancaría la mano de cuajo. De repente, me extrañé de que no sintiera ningún dolor, entonces miré mi mano y miré al perro, y cuál fue mi sorpresa cuando vi que ¡¡el perro que me tenía agarrado con sus mandíbulas era un perro de peluche que ni siquiera tenía dientes!! Me deshice de él y seguí mi camino, contenta de haber tenido la valentía de enfrentarme al perro y salir victoriosa de aquella prisión.
Cuando me desperté me sentí más decidida que nunca a enfrentarme a mi verdugo psicológico. Aquél fue el día en que hallé el coraje que necesitaba para liberarme. Aquella metáfora, aquel sueño me movilizó y salvé mi vida. Creo firmemente en el poder movilizador de las metáforas.
¡Gracias por tu bello artículo!
Aida
El uso de las metáforas en el proceso de coaching teleológico me parece que puede ser muy positivo, siempre y cuando sea el momento y el cliente idóneo para ello, por lo que supeditaría el uso de estas a la intuición del coach en función de las circunstancias. Creo que hemos de ser especialmente prudentes con este recurso.
Me fascina el recurso en sí, lo potente que puede llegar a ser, pudiendo trasladar elementos del subconsciente al consciente.
Para aquellos que practicamos técnicas orientales, como el yoga y la meditación, sería como un recurso similar a la respiración, pero en este caso un recurso narrativo aplicado a la sesión de coaching. En yoga, la respiración es el vehículo que nos hace de puente entre el inconsciente y el consciente.
Adicionalmente, creo que puede aportar un punto de diversión a la sesión haciéndola más amena y desenfadada.
Creo que aunque a veces sea el coach el que puede tratar de regalar una metáfora al coachee, lo más interesante es que recojamos la metáfora que el propio cliente nos ofrece.
Una lectura que hemos leído este año y que a través de las metáforas me ha aparecido realmente enriquecedora es la de “El caballero de la armadura oxidada”, para aquellos que aún no la hayáis leído, la recomiendo.
Muchas gracias Hermínia por compartir tu conocimiento!
Sara Berrocal Valenzuela
Chapeau! Soy una apasionada de las metáforas. No es que conozca muchas de ellas pero siempre que me paro a pensar en ellas saco cosas realmente profundas y sinceras de mí misma. Desde antaño las metáforas se han utilizado para explicar las cosas y que cada cual la entienda a su manera, acorde a su ser y a sus experiencias. Para mí no hay mejor forma de entender la vida que de la única manera que creamos que se puede entender. A veces, nos obcecamos en algo y hasta que no lo vemos plasmado en una metáfora que nos hace profundizar, dar color, forma, imagen no lo vemos como realmente es. Parece casi imposible que algo que parece que es inentendible nos de grandes aprendizajes y nos ayude a comprender tan internamente. Además las metáforas no se olvidan, marcan lo suficiente como para recordarlas, incluso, crear las tuyas propias.
Rosa Mari
Me ha encantado el artículo y me ha entusiasmado la metáfora de la rosa, gracias por compartirlo tan generosamente!!
Queda patente que la metáfora es una potente herramienta en un proceso de Coaching Teleológico, con ella llegamos más fácilmente al coachee, Daniel Goleman en su libro de la inteligencia emocional explica muy bien el porqué de esta utilidad: “La lógica de la mente emocional es asociativa, es decir, que considera a los elementos que simbolizan –o activan el recuerdo–de una determinada realidad como si se tratara de esa misma realidad.”
El cerebro emocional está estrechamente ligado a los contenidos simbólicos, no olvidemos como a lo largo de la historia los grandes maestros espirituales, como Buda y Jesús, han movilizado los corazones de sus seguidores utilizando las metáforas, un lenguaje emocional, “el lenguaje del corazón”. Cuando en un proceso de Coaching Teleológico utilizamos la metáfora ayudamos al coachee a conectar más fácilmente con muchas de sus informaciones conscientes e inconscientes que le reportan a la situación que le estamos narrando y le ayudan con más facilidad a tomar conciencia con sus propios recursos. Cuando usamos el lenguaje metafórico, tanto el coach como el coachee, nos estamos comunicando a un nivel mucho más profundo que cuando lo hacemos desde el lenguaje literal. No siempre va a ser la metáfora la mejor herramienta para un proceso sin embargo, siempre hay que tenerla a mano para poder utilizarla él el justo momento, para muchos coachees será de gran ayuda.
Quiero compartir dos frases del Le Petit Prince de Antoine de Saint-Exupéry, después de décadas le la primera lectura, sigue siendo uno de mis libros favoritos:
“Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella.”
“Es una locura odiar a todas las rosas sólo porque una te pinchó. Renunciar a todos tus sueños sólo porque uno de ellos no se cumplió”
FELIPE ATEHORTUA
Me fascina el mundo de las metáforas, quizás porque cada persona puede verlo de forma diferente y suya, quizás porque me permiten soñar e imaginar una dimensión «imposible» o «paralela» o quizás simplemente porque permiten representar la realidad en un terreno diferente en el que muchos de nosotros nos sentimos cómodos…
Sea como sea, destacaría por su importancia esta parte del artículo: «la metáfora es el “mapa” pero no es el “territorio”. Su valor está vinculado a saber trasladar lo elaborado a través de la metáfora a la realidad concreta, a las creencias y situaciones reales de nuestros clientes.» Cuán importante es vivir, entender y sentir la metáfora, pero a su vez fundamental poder bajarla a la realidad y trabajar con ella en paralelo pero con la realidad concreta de cada cliente…
Para finalizar comparto con todos una «metáfora de la vida» que hace 22 años escuche en el cine (en 1994) y a día de hoy a veces aún pienso en ella…
https://youtu.be/HQMSov-9VGI
Claudia Zapata Caicedo
Me ha gustado este artículo y me ha hecho pensar en las diferentes metáforas que me han podido ayudar a lo largo de mi vida, creo que utilizo bastante el lenguaje simbólico para construir mi mundo.
Me interesó mucho la idea de que las metáforas nos llevan más allá de la lógica y nos ayudan a acceder al inconsciente.
A nivel personal, el artículo me gustó por la idea de que las cosas son como son y sólo hay que aceptar que esto es así. También me ha encantado la idea de que la calidad de tu vida se reduce a la calidad de lo que has aportado a los demás. Y también me ha aportado el pensamiento de que da igual cómo se comporten los demás con nosotros, siempre debemos comportarnos con los demás de acuerdo a nuestro ser y nuestra esencia. Me quedo con las lecciones de vida. Gracias
Mónica Morales
Las metáforas aportan una nueva forma de contemplar un problema, fomentando la imaginación y la creatividad, lo que puede facilitar un nuevo enfoque, una mayor comprensión y un posible camino para encontrar soluciones. Entiendo que el coachee lo posiciona en otra perspectiva y lo hace más activo, permite analizar los conflictos con más distancia, facilita el contacto y la expresión de emociones, y ayuda a la transmisión de competencias y experiencias sin provocar resistencias. Además son fáciles de entender y recordar.
Hasta ahora no me percataba de la importancia de la metáfora para entender un conflicto pero actualmente lo considero una herramienta muy eficaz en algunos casos para ayudar a la persona a distanciarse del contexto en un conflicto, a dejar de luchar contra sus pensamientos y a centrarse en su conducta, sentimientos, sensaciones y emociones, para alcanzar sus valores. Es una herramienta que no tengo muy integrada y que tengo que trabajar y aprender. Gracias por el artículo.
Raquel Gómez
Me ha encantado el artículo, una vez más, gracias Herminia por compartir con todos nosotros toda tu sabiduría. Quería compartir que yo, como persona visual, me rijo por las metáforas. Casi siempre están incluidas en mis conversaciones, sobre todo en las más complicadas y delicadas. Cuando tengo que abordar este tipo de temáticas, éstas me ayudan a poder expresar con palabras sentimientos o sensaciones que de otra manera no sabría expresar, es como si las metáforas me ayudaran a desbloquearme, a fluir. Me ha entusiasmado el ejemplo práctico y real de la metáfora de la rosa, parece irreal como de una conversación tan trivial, se pueda llegar a algo tan profundo.
Respondido a la pregunta de ¿Qué metáfora es la que más te ha movilizado en tu vida? Para mí, la metáfora que más me ha movilizado en mi vida ha sido la siguiente: “La vida es como un río cuyo fluir no se detiene; puede uno verse a merced de la corriente si no emprende acciones deliberadas y conscientes para nadar en la dirección que juzgue más apropiada a sus intereses” extraída del libro Unlimited Power de Anthony Robbins. Esta metáfora consigue que conecte con quién quiero ser y dónde quiero llegar.
Paula Folch
Siento mucha atracción hacia las metáforas y a la vez respeto, su manejo requiere de mucha práctica ya que, si no las utilizamos en su momento y de la forma oportuna, puede perderse significado que se está haciendo consciente relevante para nuestro cliente y que puede ser una puerta de entrada hacia el cambio.
El mundo simbólico está cargado de una profundidad que me eclipsa, mi mente se calma, me quedo sin palabras y empiezo a hablar desde el corazón. ¡Uau, mente en blanco y corazón rojo, como la rosa! Conversar desde aquí, eso sí que es transformador.
En cada proceso con mis clientes salen metáforas y cada un@ tiene la suya, las recogemos y las vinculamos con el problema y con la fórmula que permite el cambio.
Mi metáfora es el mar, representa el fluir que tanto gobierna mi vida, mi recurso para hacer frente a mis inseguridades.
Fluyendo, soy. Soy cuando fluyo.
Gracias por inspirarnos. Más allá de las palabras hay corazón y simbolismo en cada una de ellas y de este articulo me llega especialmente.
Pol Rodríguez i Salvador
Moltes gràcies Hermínia per l’article.
El trobo interesantíssim i està ple de referències que aporten molta informació al respecte.
‘Una imatge val més que mil paraules’, deiem quan estudiavem el grau en disseny i comunicació. Suposso que a la facultat de filologia els interessava més contemplar-ho a la inversa. Diferents interpretacions de la realitat segons les ulleres amb les que mirem.
Sigui com sigui, a través de les paraules també podem construïr imatges en l’imaginari propi i de les altres persones. A partir d’aquí, és la manera en com utilitzem el llenguatge que ens acostarà a les metàfores amb més o menys encert. Entenc que hi ha una part cultural, és a dir, hem de compartir un «background» similar en quant a imaginari i simbolisme. I dins d’una mateixa cultura també hi ha realitats diferents, lligades molt sovint a la classe social; la metàfora que puc utilitzar al club de pàdel de la Bonanova segurament no em servirà si la vull utilitzar al casal de joves del Raval. Per això crec que és necessari reconéixer la realitat de l’altre alhora de saber abordar através de metàfores, alhora que tenir certs recursos que s’adquireixen ‘a peu de carrer’, visquent la realitat a la que volem ajudar a millorar, perque també ens servirà per reconéixer metàfores que puguin utilitzar i que segurament estaran acotades a la seva pròpia realitat.
Entenc la metàfora com una eina (més) amb la qual li estem dient al client: -Ara deixem de parlar de tu i parlarem del que tu sents, penses i interpretes sobre aquesta idea.
Com si li treiéssim el focus de sobre i anéssim a enfocar un element X extern amb el que ell té l’oportunitat de relfexionar i expressar allò que sent sense la pressió de fer-ho sobre ell mateix.
Per fer-ho, entenc que hem d’escollir el moment idoni per a que sigui realment eficaç. És a dir, hem d’haver llençat preguntes poderoses prèviament que hagin remogut el subconscient del nostre client per a que ell hagi començat a treballar internament. Com dius en l’article, ens ajuda a ‘véncer resistències i facilitar el procés’.
M’ha vingut a la ment entendre la metàfora com una obra d’art en tant que és una idea/concepte que es basa en la realitat. Ens basem en la realitat i la transformem per a que ens ajudi a explicar allò que volem explicar, allò que es troba en el nostre món interior, allò que sobrepassa el món físic. Talment com una pintura, una cançó, un poema, una escultura o una fotografia.
Gala Guasch
Las metáforas, como recurso analógico que son, utilizan un lenguaje indirecto e intuitivo con lo que usamos nuestro querido hemisferio derecho. Son muy potentes al poder reflejar las propias experiencias sin provocar rechazo o defensa. Las metáforas se apoyan en nuestros conocimientos simbólicos previos y gracias a la comparación podemos desentrañar el sentido de nuevos conceptos por conocer, de esta manera hacemos un paralaleismo de relación libre entre nuestra experiencia y una imagen, un dibujo, un video, una canción, un cuento, un poema, un símbolo o una frase. Son muy poderosas ya que como comentas transportan el significado inconsciente a nuestra conciencia, siendo el primer paso para poder hacer un cambio. Un ejemplo sería el siguiente cuento https://lamenteesmaravillosa.com/la-zanahoria-el-huevo-y-el-cafe/
Los videos pueden resumir una situación acorde a la que está viviendo el cliente, pudiendo tratar el tema con una distancia que le hará ponerse en una posición más cómoda para tomar conciencia de cómo está actuando, o como quién del video está actuando… de aquí podrían surgir preguntas del tipo ¿qué le dirías a ese personaje sobre su manera de actuar?
Las imágenes como la de animales pueden servir para identificarse más con uno en concreto y a partir de ahí relacionarlo con los motivos, con las fortalezas de ese animal normalmente en concordancia con las que tenemos y valoramos. También con las herramientas de coaching por valores, points of you o mosaics se mezclan las imágenes con las palabras. Con las imágenes podemos jugar con lo que nos transmite esa imagen, cómo la relacionaríamos con nuestra situación actual o deseada o con las acciones que debemos emprender, conectar con las emociones que nos transmiten las imágenes y el significado propio que podemos extraer. Personalmente me gusta mucho la fotografía y el arte, me quedo embobada con el significado que extraigo con cada artista, os pongo un ejemplo de página web que visito frecuentemente https://www.artpeoplegallery.com/photography-tommy-ingberg/
Con los collages o mandalas jugamos también a dejarnos llevar por nuestro inconsciente al escoger las imágenes y luego posicionarlas en la cartulina. Con la conversación posterior podremos conectar también muchos aspectos de dónde estás ahora, quién quiere ser, cuál sería el objetivo, de qué tienes que desprenderte, qué te aporta energía y a medida que avanza la conversación poder enlazar las diferentes imágenes en la narración.
Eliana Valencia
Como entiendo el uso de las metáforas, tanto yo como el cliente tenemos nuestra propia mochila, donde cargamos los significados y todas nuestras experiencias y filtros. La metáfora puede ser este lenguaje común entre las dos mochilas. Es decir, por medio de la metáfora puedo comprender de acuerdo a mi mochila, lo que el cliente está diciendo con relación a su mochila.
También ayuda a hablar de algo sin hablar de eso. Es como una zona libre donde puedo hablar de algo delicado sin sentirme invadido y, por medio de este mismo espacio, aceptarlo y encontrar una solución.
Como mencionas, no es la herramienta, pero ciertamente una poderosa. En mis procesos de coaching (yo como cliente), la he utilizado, y sé, ahora viéndolo como Coach, el poder que tiene cuando hay algo en el cliente que no puede expresar de forma lógica y sin embargo, con la metáfora, sabe exactamente decir lo que siente y lo que ve y por medio de la misma, buscar soluciones.
La metáfora que yo utilizo es el mar.
cristina espallargas
El poder de las metáforas me parece tan esencial en el proceso de toma de conciencia y de crecimiento personal, que pienso que deberíamos dedicar una o más clases del Máster a esta herramienta, junto con la muy parecida del mapping. No es tan difícil como pueda parecer encontrar o crear metáforas, lo más difícil es para mí adecuarlas al contexto y usar plenamente su potencial, es decir, utilizarlas para sintonizar, comprender y, en su caso, abordar situaciones “espinosas” sin levantar barreras defensivas y soslayando resistencias. El caso de la rosa que utilizas Herminia es para mí un excelente ejemplo de como aprovechar creativamente esta metáfora para explorar múltiples aspectos en la vida de una persona, para llevarla a una reflexión más allá de lo evidente, en definitiva a otra forma de ver las cosas, otra perspectiva que sin duda enriquece nuestra percepción del mundo.
ANNA GIRBAU MORENO
Cuando inicié mi formación de prácticum en el Coaching Teleológico, comprendí el poder de las metáforas para dotar de sentido a situaciones, problemas, emociones, incluso para cambiar paradigmas. Ahora, con el máster, he experimentado este recurso y todo su potencial para los procesos de desarrollo de los coachees.
Es un recurso muy potente, no sólo por lo que se produce entorno a la metáfora, sino porque muchas cosas, objetos, animales, fotografías, palabras, etc; nos pueden servir de metáfora para explicar aquello que queremos. A modo personal, cuando se usa este recurso en los objetos cotidianos, y realizarte preguntas sobre la situación que te preocupa, o quieres solucionar, y cómo lo pones en una imagen, objeto o elemento de la naturaleza, son muy profundas las tomas de consciencia que se llegan a realizar, ya que te distancias de tu propio problema, y te permite verlo desde fuera, distanciarte de la propia emoción, incluso de los diferentes pensamientos que te atormentan y te mantienen en bucle; la metáfora permite ordenar, separar, distanciar. Y sabiendo que es un recurso muy útil a nivel personal, como coachs encuentro fundamental poder aplicar este recurso a los coachees, y saber captar de qué metáforas nos hablan, sin preocuparnos de si vamos a entender el problema o de qué nos está hablando, ya que si nos mantenemos abiertos y estamos presentes con nuestro coachee, entenderemos la esencia de la metáfora y podremos conversar sobre ella.
Otra de las ventajas de las metáforas es que para cada persona, tiene un mensaje distinto, según cómo la persona lo interprete y también en el momento en que la reciba, o según la situación a la que lo aplique, puede significar una cosa u otra; haciéndole tomar consciencia del momento presente en el que se encuentra y llegando al cambio que quiere realizar.
Me gusta la idea de Aristóteles, sobre que las metáforas nos ayudan a comprender los mensajes importantes para nosotros. Ya que como he dicho anteriormente, para cada persona ese mensaje será distinto, y la metáfora permite dotar de sentido en la consciencia aquello que manteníamos inconsciente. Descubrir el significado que tiene para el cliente será importante para poder generar un cambio y así trasladarlo a la situación real, no quedándose en la metáfora.
Me parece muy poderosa la idea de poder explicar un problema desde una metáfora, sin saber de qué se está hablando exactamente y comprendiendo plenamente al cliente, y él saber que se le está comprendiendo, reservando así su intimidad sobre el qué. Es un recurso muy respetuoso de llegar al problema, hablar de él, sin que el cliente se sienta juzgado sobre aquello de que puede estar temiendo hablar.
Aún recuerdo una impactante sesión de mentoring durante mi año de prácticum, donde una coachee usó la metáfora de un yogurt caducado, y de un modo rápido con el acompañamiento de su coach, realizó un cambió de paradigma del que ella misma quedó sorprendida de cómo a través de esa metáfora logró el cambio que quería.
Existen muchos tipos de metáforas que podemos aprovechar para que el cliente haga consciente lo que reside en su inconsciente. Metáforas ya creadas, las que se nos puedan ocurrir a la hora de dar feedback al cliente, metáforas que nos explique el propio cliente, metáforas verbales, escritas o visuales, que representen lo que el cliente quiere decir, como por ejemplo, el detalle del vaso de agua que se le ofrece al cliente en sesión, y que a raíz de ese vaso de agua medio lleno, surja una conversación.
Del artículo, destaco como aprendizaje la idea de que la metáfora es el mapa, pero no es el territorio. Es decir, que nosotros como coach hemos de saber trasladar aquello que hemos hablado a través de la metáfora a su realidad y su situación real, ya que será el modo en que las metáforas sean un recurso útil para el cliente y su proceso de cambio.
Andrea Gomes
Yo me recuerdo en una de las primeras clases que tuvimos en el master, en que Herminia nos ha explicado el rol de un coach con dos metáforas, del caballo y del helicóptero, y, como las integré tan bien, veo como las metáforas pueden ser herramientas muy valiosas para un coach, y como nos ayudan a ver una situación de manera distinta.
Veo las metáforas como una herramienta para ilustrar lo que a veces nos cuesta explicar, y también como una forma que el coach puede hacer un feedback de manera que el coachee se sienta escuchado y comprendido, pero sin necesariamente solo repetir lo que el coachee habéis dicho, pero haciendo también un aporte y una visión constructiva.
Mª del Carmen Pérez Fuente
Como ya dije en otro de los artículos: me estoy acostumbrando y sintiendo cada vez más cómoda con el uso de las metáforas. Me doy cuenta ahora que la metáfora no solo puede surgir de algo que nos comente el cliente y nosotros lo podemos relacionar con una sino que, podemos ofrecérsela al cliente para que el reflexione y saque sus propias conclusiones. Es una gran ayuda para abrir la mente de los clientes hacia nuevos horizontes sin que se sientan guiados ni manipulados por nadie.
Creo que tengo que reflexionar más…
Gracias.
Elena R. Laguna
Un artículo estupendo Hermínia, muchas gracias por compartirlo.
Lo encuentro muy didáctico y útil, especialmente la explicación detallada de la metáfora de la rosa.
Personalmente sobre las metáforas puedo decir que hasta ahora, más que quitarme energía como dice Ares, me la dan, y mucha. Espero que siga siendo así cuando las aplique en sesiones de coaching!
Como aporte, os dejo una metáfora gráfica: cómo funciona el coaching
http://www.youtube.com/watch?v=UY75MQte4RU
Un saludo
ROSER CIVIT
Brutal! M’ha obert una altra porta també, interessantíssima!!!
Gràcies…m’ha encantat!!!
roser
Laura Ponce
Un artículo muy enriquecedor.
Entiendo la potencia y la fuerza de las metáforas para acercarse al cliente permitiéndole romper resistencias racionales y facilitándole la movilización hacia el cambio.
Sin embargo, me surge una duda con respecto a si no captamos bien el significado de la metáfora del cliente, si este error de conexión nos alejaría más del cliente que si nos equivocáramos desde un diálogo normal. Es decir, el hecho de no comprender y mal interpretar la metáfora del cliente fuera más perjudicial para el proceso que mal interpretar un dato de una conversación normal, como si este error alejara más al cliente de nosotros y del proceso.
Es una sensación puesto que carezco de experiencia, no sé si estoy en lo cierto.
Un saludo a todos.
Eva García
» (…)A vegades, la barqueta no només trontolla, sinó que, a més, es tomba i l’embat de la mar brava, l’esclafa fins a fer-la miques. De cop, les miques s’esmunyen, entre cadascuna de les gotes fins no se sap ben bé on (…)».
Metafora utilitzada per un suicida en la seva carta de comiat. Fruit de la canço popular «Si la barqueta es tomba»
Hem d’escoltar les metàfores, comprendre-les, seguir-les, coneixer-ne i crear-ne si cal per a què el nostre client pugui contemplar-se des de fora. Estic d’acord amb l’Ares que el seu ús ha de ser prudent i tècnic, no tothom es capaç de proposar-les ni de seguir-les, tant sigui client o coach.
Gràcies per l’article.
Ali
Todo lo que escuchamos de terceros automáticamente lo aplicamos a nosotros mismos, por eso la fuerza de las metáforas!
No te pasa a menudo que le contás a alguien algo tuyo (o de otro) y en lugar de empatizar te responden con una situación similar de ellos mismos?
laura bravo
Este artículo es maravilloso, Herminia gracias por compartirlo en clase.
Como he comentado en otro artículo, desde la pequeña experiencia que tengo, creo que el uso de las metáforas para expresar nuestras preocupaciones y sentimientos es excepcionalmente clarificador y potente.
Es la expresión directa de lo que sentimos, no pasa por nuestro cerebro, es puro y simple.
Por eso debemos » culturizarnos» en el mundo de la metáfora, para poder lograr aplicarla cuantas veces nos sea posible, y también, para poder seguirlas en caso de que nuestros clientes nos las ofrezcan, ya que seguro les es mucho más fácil y útil hacerlo de esta manera.
Sònia
Aquest article m’ha fet conscient de la necessitat de la pràctica i aprenentatge en la utilització de les metàfores com a coach. Crec que el recurs de la metàfora potencia la recerca inconscient de significat i de recursos en el procés del client però cal tenir en compte que la metàfora del client només és de ell mateix i que el seu objectiu es desbloquejar i obrir una porta a les seves pròpies emocions i sentiments. Gràcies Hermínia pel teu article i a tothom pels vostres comentaris.
Alicia García Lucas
Hay una película muy conocida, Matrix, en la que en un momento dado su protagonista Neo es arrancado de su mundo ideal e irreal y le muestran la realidad. A Neo le cuesta aceptarla a lo que Morpheos le dice, «Lo siento, no es recomendable despertar a personas mayores»… Esto es una enorme evocación a la Metafísica, en la que «el despertar» es cobrar conciencia que el mundo es mental, como uno lo ve y lo descubre.
Para mí es una metáfora ideal para emplear en determinados procesos de coaching cuando el cliente se da cuenta de su realidad pero le cuesta asimilarla.
Diana
Llegint l’article i els dos últims comentaris, la reflexió és:
la metáfora ens dona peu a tractar una situació concreta, viscuda d’una manera personal i intransferible. És a dir, per poder extreure el màxim benefici de la metàfora hem de saber, exactament, que ha entès l’altre, com el fa sentir, que se li remou en sentir/llegir/veure la metàfora… Això, ens permetrà treballar la situació amb distància, com diu la Laura: Directo a la emoción!, sense que intervinguin les pròpies creences limitadores, perquè encara que estem parlant de nosaltres mateixos, com que l’exemple no som nosaltres mateixos ens podem distanciar.
Laura Colet
Hoy una amiga me ha ‘regalado’ una metáfora mientras me hablaba de una situación que le preocupa y que según ella misma ‘le angustia’.
Durante un largo rato daba vueltas al mismo tema, a la misma situación, a los detalles, al bloqueo… hasta que ha encontrado una mejor manera de comunicar lo que sentía. SE LE HA ESCAPADO UNA METÁFORA. Ella se sentía en una red, sujetándola, aguantando su peso que decía le aplastaba. Rápidamente he recordado este artículo y tu charla sobre las metáforas. Así que hemos seguido hablando de sus sentimientos a partir de la metáfora de la red. Y a través de la red mi amiga ha podido conectar con lo que realmente le dolía. ¡Ha sido tan rápido! fuera juicios, fuera barreras, directo a la sensación, ¡directo a la emoción!
Hoy con mi amiga he aprendido que cada metáfora es única, porque habla de esa persona, en esa situación, en ese momento de su vida. Esa red era de ESA manera y la vivía de ESE modo porque era SU red. Importantísimo indagar en la metáfora y no apropiarnos de su simbolismo.
¡Su metáfora es suya!
Tu artículo junto al seminario a cerca de las metáforas me ha resultado muy útil para comprender lo que me comunican las personas a través de la simbología que ellas hayan en estas representaciones mentales. Me ha permitido conectar rápidamente con su emoción… fantástico.
Ares
Tot i que jo ja treballo amb metàfores i considero que és una eina molt potent en processos tant de Coaching com de Psicoteràpia crec que s’ha de tenir una bona pràctica al respecte. Hi ha clients molt metafòrics i com a coach és important que ens adaptem a les paraules i significats del coachee; per tant, hem de saber palpar el llenguatge de l’altre.
Personalment opino que l’ús de les metàfores és molt enriquidor però jo encara noto que quan en una sessió s’empra la metàfora «gasto més energia» que en d’altres sessions…caldrà revisar-ho…
Roser
Fins ara desconeixia el poder de les metafores en els processos de coaching pero veig que son realment poderoses i que poden obrir una finestra al inconscient del client que pot donar la volta al procés i formular un canvi de paradigme. Meravellós coneixament que espero poder aplicar com a futur coach.
Gràcies Herminia
Diana Espinosa Prado
Un artículo magnífico, inspirador como una «gran metáfora». A mi me encantan las frases y los cuentos que encierran una perla de sabiduría, como si fuera un tesoro por descubrir. Cuando interiorizas y comprendes el mensaje se produce un insight mágico. Uno de los grandes valores de la metáfora es que ayuda al coachee a conectar con su inconciente, dando rienda suelta a lo que probablemente la razón intenta esconder. Además, es una herramienta que a menudo, con pocas palabras expresa muchos sentimientos y pensamientos. En la praxis como coachs es fundamental tener presente que la metáfora facilita al coachee entrar en la zona de aprendizaje minimizando a su vez, las posibles resistencias al cambio. Tal y como comentas, Herminia, es básico desarrollar nuestra intuición y nuestra creatividad como coachs para conectar con la metáfora adecuada según el cliente y el momento. Reflexiono y entiendo que a ello se llega con la práctica, ‘dar cera y pulir cera’ y con la capacidad de vaciarse de un@ mism@ y la de fluir con el coachee y el proceso en sí.
Tras la lectura de las metáforas de la rosa, me ha venido a la mente un poema que escribí con 14 años y que también trata de una rosa. No es que sea un gran poema, pero me hace gracia compartirlo porque «viene como anillo al dedo». Ahí va:
«IGUAL QUE TU
No te’n refiïs
de la rosa,
que encara que és hermosa,
és perillosa.
Avui t’he vist
en un jardí
molt i molt florit!
Al voler-ta enxampar,
el dit m’he punxat
i tu molt orgullosa
no has volgut que t’agafés
ni per mil dòlars.
No te’n refiïs
de la rosa,
que encara que és hermosa,
és perillosa.
El teu color és el vermell,
la teva olor és exquisita,
jo sé que li agradaràs a ell,
li agradaràs també a la Rita.
Vols estar en un museu?
Vina, et portaré al meu.
Ja, ja, ja!!!
No te’n refiïs
de la rosa,
que encara que és hermosa,
és perillosa.
T’has deixat enxampar
i ara no podràs tornar.
No te’n refiïs de ningú,
Tots som igual que tu.»
Una forta abraçada.
maria jose magdaleno
Querida Herminia
Me ha encantado leer tu explicación detallada del uso de la metáfora de la rosa. Es cierto, durante mi formación como coach hace unos años hice tambien ese descubrimiento, trabajé con metáforas pero gracias al detalle de tu explicación me vuelvo a inspirar. Trabajaré desde ahí con mas profundidad. vale la pena. Gracias
Neus, tu metáfora personal del tren, cortita pero muy inspiradora tambien
gracias a las dos
Raquel Torrent
Querida Herminia,
Tu generosidad y amabilidad es lo primero que veo en el compartir de este maravilloso artículo quenos regalas. Muchas gracias por tu tiempo y tu sabiduría. Es magnífico cómo me ha llegado tu link y es que así es la vida, tam maravillosa como tú, porque a alguien que le gustan tanto las metáforas y las usa con tanta sabiduría, es que de seguro es una persona maravillosa. Gracias, un placer leerte.
Evelyn
Con tu permiso la adoptaré. La siguiente fabulosa es mi favorita dentro de procesos terapeuticos:
—–
Se dice que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada. Cierto día, un perrito buscando refugio del sol, logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa.
El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera. Al terminar de subirlas se encontró con una puerta semiabierta, lentamente se adentró al cuarto. Para su sorpresa se dió cuenta que dentro de ese cuarto había mil perritos más, observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos. El perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco. Los mil perritos hicieron lo mismo. Posteriormente sonrió y ladró alegremente a uno de ellos. El perrito se quedó sorprendido al ver que los mil perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él. Cuando el perrito salió del cuarto se quedó pensando para sí mismo:
¡Qué lugar tan agradable. Voy a venir más seguido a visitarlo!
Tiempo después otro perrito callejero entró al mismo sitio y entró al mismo cuarto. Pero este perrito al ver a los otros mil perritos del cuarto, se sintió amenazado, ya que lo estaban mirando de una manera agresiva. Posteriormente empezó a gruñir, obviamente vió como los mil perritos le gruñían a él. Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros mil perritos le ladraron también a él. Cuando este perrito salió del cuarto pensó:
¡Qué lugar tan horrible es este. Nunca más volveré a entrar aquí!
En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía: «La casa de los mil espejos.»
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Al final empiezo a profundizar con mis clientes y lo que «sale» en la mayoria de los casos es genial para beneficio de su proceso.
Un abrazo Hermínia y saludos.
neus salvatella
Amo las metáforas y la riqueza y conocimiento que aportan de nuestros clientes. La metáfora de mi vida es el tren, un tren que corre a veces despacio y otras con gran rapidez por parajes tristes y desolados como algunas etápas de mi vida o paisajes soleados y brillantes; con lluvia que parece incómoda pero arrastra la suciedad y deja paso al arco iris. En mi tren de la vida han subido pasajeros engorrosos que han pisoteado mi espacio, otros han dejado rosas en mis asientos o sencillamente no han bajado del tren y siguen su recorrido conmigo.
A veces el tren contamina el ambiente emitiendo humo negro y espeso, otras el humo blanco es como una nube que asciende hacia el cielo señalando evolución y conocimiento. El tren puede detenerse en alguna estación esperando una luz, una señal para seguir su camino.
Los trenes están siempre rodeados de risas y llantos, llegadas y despedidas. Como la vida.
Gracias, Herminia, por tu estupendo escrito.
Beatriu
Excelente artículo sobre el apasionante mundo de las metáforas. Hace años que escucho que la vida es una metáfora de la realidad. La metáfora es de uso cotidiano, quien no la utiliza?, a través de una imagen, de un cuento, de una leyenda e incluso de canciones. Yo que vengo de una familia del Sur, recuerdo como nos hacían entender las cosas, cuando eran inexplicables y en conscuencia no alcanzabamos a entender, a través de la metáfora. A Nosotros aquello nos abría un sinfín de posibilidades de creación, de pensamiento y de relación. Con el tiempo fuimos buscando las nuestras más acordes a lo que nos tocaba vivir, y ahora disfruto con mis hijos viendo algunos episodios de la vida a través de este gran recurso.Ayer mi hijo mayor encontró en la pared de su habitación una imagen para él, para nosostros una gran metáfora. Hace unas semanas hablamos con la diseñadora gráfica y veterana grafitera Irene Lourerio para que crease una imagen con el objetivo de que el niño conectase con su esencia, después de días de trabajo el resultado ha sido extraordinario, un niño conectado a través de un altavoz y unos cascos a su nombre y a toda su habitación… «ahora si que quiero estar aquí, estoy conectado conmigo» nos dijo.Excelente ¡La metáfora abre una gran puerta al pensamiento y como bien dice Hermínia en algunos casos desbloquea y potencia la creativadad, y como coach me quedo con la metáfora «la mano que da una rosa, siempre conserva su fragancia». Muchas gracias Hermínia.
Toni Alastuey
Hasta leer tu maravilloso artículo, no era consciente del inmenso potencial de la metáfora. Estaré mucho más atento a su utilización en los próximos procesos de coaching pues serán muy útiles para que mis clientes (y también yo) entendamos emocionalmente aspectos que solo con lógica no sería posible.
No quiero dejar de decirte que escribo con lágrimas en los ojos. Tu artículo me ha emocionado. Un cálido abrazo.
MARTA
Gracias por tu exposición sobre las metáforas tan detallada. Para mi las metáforas sirven para dar sentido, son una herramienta de aprendizaje. Cuando estamos modelando el mundo y no sabemos lo que es algo, una experiencia nueva, utilizamos las metáforas para dar sentido a aquello que todavía no conocemos. Ese es unos de los beneficios, la limitación es que el modelado metafórico no describe de forma certera lo que ocurre en el mundo, no investiga realmente como es el mundo y nos puede dar la sensación de explicar algo, como dices en tu exposición.
Un saludo.
Marta
Annamaria Delgado
Muy útil el articulo,la metáfora es una reserva de conocimiento y una herramienta que facilita el tránsito desde el cuento a la realidad y acompañan a descorrer el velo.
Como coach para mí es un aprendizaje el escuchar la intuición hasta conseguir que sea atinada y asi para crear una metáfora que mueva al cliente a la acción y detenerte en ese toque especial que le da al compartirla y aqui la intuición al crear un feedback o una pregunta que permite la caida del velo.
Pero es todo un aprendizaje el elaborar con respeto junto al cliente el contexto necesario para ir más alla, tambien como coach el escuchar y confiar en tu intuicion la que te lleva a conectar con la metáfora desde aqui y ahora hasta el propósito de tu cliente.
Como bien citas: rose is a rose is a rose
Gracias Herminia por tus aportaciones
un abrazo
Peca ramírez Rivas
Maravilloso articulo, de gran ayuda, y confirma mis técnicas, pero aparte las enriquece mucho más. Muchas gracias Hermínia por seguir inspirándonos a ser cada día más originales y reflexivos con respecto a nuestros coaching y a nuestras vidas.
Mil abrazos y besos desde Chile !!!!!!!!!!
Coach Manager
Constructora Astaldi, Sucursal Chile.