Coaching empresarial, General
Obligación versus elección
¿Elegimos o lo hacemos porque toca? Cuántas veces oímos quejas del estilo: “tengo que hacerlo…”, “no me queda otro remedio…”, Si una actividad agradable la realizo por obligación acabará provocando rechazo, generaré resistencia. Cuando elijo esa misma actividad porque cumple un propósito, lidero mi vida, al hacerme responsable de cómo decido invertir mi tiempo. Cuando soy consciente de que elijo hacer lo que hago, doto de sentido el esfuerzo y el tiempo que invertiré en ello, hasta la tarea más tediosa podrá resultar estimulante.
¡Hagas lo que hagas, conéctalo a un propósito estimulante!
Cada acción que emprendemos cumple un propósito. Cuando el propósito no es estimulante lo vivimos como una obligación, como algo que preferiríamos no hacer, que lo hacemos porque no tenemos otra opción. En estos casos podemos acabar odiando aquello que hacemos. Ser conscientes de que siempre nos queda otra opción conecta con nuestra libertad para elegir hacerlo diferente. Elegir significa escoger una opción para rechazar otra. Es el miedo a lo que deberemos enfrentarnos o la tristeza por abandonar lo fácil y conocido lo que nos impide algunas veces ejercer nuestra libertad para decir: Elijo hacer esto siendo consciente de que niego la otra opción.
Algunas veces escuchamos comentarios del estilo: “Si no lo hago yo quien lo hará, y se tiene que hacer” “Es mi obligación hacer que las cosas sean así”, con una carga de dolor y amargura. Pero realmente si nos paramos y reflexionamos sobre todas aquellas cosas que “creemos estar obligados a realizar”…y probablemente la lista puede ser bastante larga, tomaremos consciencia de lo que realmente nos está impidiendo ser felices. No se trata de las cosas que hacemos, ya que cuando realmente profundizamos y somos honestos con nosotros mismos, lo que nos produce dolor es saber desde estamos eligiendo. Cuando lo meditamos detenidamente podemos reconocemos que nos estamos engañando a nosotros mismos al pensar que lo hacemos por obligación, realmente cada acción que emprendemos esconde un propósito.
Lo lamentable es que los motivos que nos llevan a elegir realizar esas acciones esconden valores que no nos gusta reconocer en nosotros mismos, por ejemplo podemos hacerlo por dinero, por agradar a los demás, por aprobación, para evitar el castigo, para escapar de la vergüenza, para no sentirnos culpables, porque es un deber….
Para tomar consciencia que detrás de cada acción hay un propósito y que por tanto estoy eligiendo puedo hacer el siguiente ejercicio:
Elijo ….porque quiero….
¿Qué busco? ¿Qué pretendo al realizar esa acción? ¿Qué beneficios obtengo?, en lugar de lamentarnos de hacer lo que hacemos por obligación, tomamos consciencia del propósito que nos guía a elegir: estar bien con nosotros mismos, ayudar a las personas que queremos, contribuir con nuestra aportación…
Cuando elegimos hacer las cosas por motivos inspiradores elegimos liderarnos, elegimos contribuir a nuestro bienestar y al de los demás. Elegimos en función de nuestros valores al cambiar el “debo hacer…” por:
Elijo… porque quiero
En función de mi propósito elijo hacer lo que hago. ¿Para qué voy a hacerlo? Para ser coherente con mi propósito en la vida, porque soy responsable de mis decisiones en función de mis valores más profundos. Porque quiero liderar mi vida. Porque me permite conectar con lo mejor de mi.
¿Has elegido de manera consciente lo que vas a realizar a continuación?
¿Para qué lo vas a hacer?
Hermínia Gomà
1 de Junio 2010
83 Comments
Carlos González
La diferencia entre elegir hacer algo por un voluntad propia, por gusto y hacerlo por obligación es palpable. Cuando percibimos una actividad como una obligación, esta puede generar rechazo y resistencia, mientras que cuando la elegimos conscientemente en función de un propósito, le damos sentido y nos sentimos responsables de cómo invertimos nuestro tiempo, lo hacemos con una mentalidad más positiva, sin rumiaciones, con motivación. Es importante conectar cada acción con un propósito inspirador para liderar nuestra vida y contribuir al bienestar propio y de los demás. De la misma manera que el hecho de reflexionar los motivos detrás de nuestras acciones y cambiar el enfoque de «debo hacer» a «elijo hacer» ya que, los verbos como: deber, tener y haber, se inclinan hacia una imposición u obligación más que a algo de libre elección. En última instancia, tomar decisiones en función de nuestros valores más profundos, nos ayudará a liderar nuestra vida de manera coherente y significativa, a la vez que nos hará sentirnos satisfechos y realizados.
Herminia Gomà Quintillà
Gracias por tu comentario, excelente reflexión.
Enara Sinfreu
Reflexionar sobre aquests conceptes és de summa importància, ja que freqüentment realitzem accions perquè pensem que estem obligats a fer-ho, però, Qui ens obliga realment? Què ocorre si optem per no fer-ho? Existeixen altres alternatives possibles? En la majoria de les ocasions, “ens obliguem” a nosaltres mateixos, i ho poso entre cometes perquè considero que és una elecció més que una obligació, tot i que ho interpretem com a tal. No hi ha res dolent en escollir fer alguna cosa que potser no ens ve de gust al moment, però al capdavall és una decisió que prenem nosaltres mateixos. No hem d’interpretar-ho com una obligació simplement perquè no tinguem ganes de fer-ho. És fonamental entendre que tenim el poder d’escollir les nostres accions i que aquestes no estan dictades únicament per forces externes.
Laura
Me gusta como se destaca la importancia de elegir nuestras acciones con un propósito que nos motive y nos inspire, en lugar de simplemente hacerlas por obligación. Muchas veces, y más en los tiempos en los que estamos, nos vemos atrapados en una rutina de «deberes» y responsabilidades que nos hacen sentir como si fueran nuestras obligaciones y no tuviéramos elección. Pero aquí se puede ver como podemos elegir cómo respondemos a nuestras circunstancias y qué significado le damos a nuestras acciones. Al conectar nuestras actividades con un propósito, podemos encontrar un sentido en lo que hacemos, incluso en las tareas aparentemente mundanas. Nos desafía a ser conscientes de nuestras elecciones y a liderar nuestras vidas de manera más auténtica y significativa.
En resumen, estoy de acuerdo en que es fundamental hacer un esfuerzo por conectar nuestras acciones con un propósito que nos estimule para vivir una vida más plena y satisfactoria.
Herminia Gomà Quintillà
Excelente síntesis del artículo! Gracias por aportarle valor con tu comentario.
Clàudia
Es muy importante tener en cuenta que siempre tenemos opción de elegir y que lo que nosotros elijamos, hará que se vaya formando nuestro camino para lograr aquellos objetivos. De esta manera, nos hará responsables de lo que nos pasa y consecuente de lo que hagamos. También es cierto, que hay cosas que no dependen de nosotros, la mayoría sí, y si no dependen, sí que podemos elegir la forma de afrontarlo y como tomárnoslo.
Me ha parecido muy interesante el cambiar el “debo que” por el “elijo… porque quiero…”. Creo que es muy importante la forma en las que nos hablamos y las palabras que utilizamos, y si comenzamos por cambiar eso, es un paso muy grande para cambiar hábitos y pensamientos.
Herminia Gomà Quintillà
Excelente síntesis del artículo! Gracias por aportarle valor con tu comentario.
Ana Prados Herrero
Después de leer este artículo, me hizo pensar mucho en toda la presión de los «deberías» y «tengo que hacer» que siento a mi alrededor. Pero si cambio eso a «elijo hacer» y «quiero ser», siento que tomo las riendas de mi vida, ¿sabes? Porque al final del día, esta vida es mía, y yo soy la jefa de mis propias decisiones. Puede sonar un poco egoísta, pero es la verdad.
Cuando elijo hacer las cosas porque realmente tienen un significado para mí, todo cobra más sentido. Y quiero enlazar esto con la intuición, ese instinto interior que a veces ignoramos. Pero últimamente, he estado pensando en confiar más en lo que siento en mi corazón, en lo que realmente quiero hacer, y dejar de preocuparme por lo que los demás piensan o esperan de mí. Seguir mi intuición me libera del miedo al juicio de los demás y de esa presión de cumplir con lo que esperan de mí. Al hacerlo, estoy siendo más auténtica, tomando decisiones que van de la mano con mis verdaderas necesidades y deseos, incluso si van en contra de lo que los demás esperan. ¡Es mi vida, después de todo!
Herminia Gomà Quintillà
Excelente síntesis del artículo! Gracias por aportarle valor con tu comentario.
Marta
Realmente en muy pocas ocasiones estamos “obligados” a hacer algo, casi siempre tenemos el poder de optar por otra alternativa o seguir un camino diferente. La mayor parte del tiempo, nuestras acciones derivan de elecciones tomadas por nosotros mismos, aunque en ocasiones podamos percibirlo de otra manera. Es común autoengañarnos para evitar enfrentarnos a la realidad de que igual lo que consideramos una “obligación”, en efecto es una decisión tomada desde un lugar que igual no conecta del todo con nuestros valores.
Herminia Gomà Quintillà
Gracias Marta por tu comentario, te felicito por tus reflexiones.
Estrella Azagra
En mi opinión podemos apreciar un aspecto importante: que siempre tenemos opciones y que nuestras acciones están motivadas por propósitos subyacentes. Todos deberíamos decir alto y claro «elijo hacer esto porque quiero», para así reconocer que nuestras acciones son resultado de una elección consciente. De ser así estaríamos tomando responsabilidad de nuestras decisiones y asumiendo el control sobre nuestra vida.
Cuando nos damos cuenta de que tenemos el poder de elegir nuestras acciones en lugar de sentirnos obligados, nos empoderamos y nos convertimos en los protagonistas de nuestra propia historia. En lugar de ser víctimas de las circunstancias o de las expectativas de los demás, nos convertimos en agentes activos que eligen cómo quieren vivir y qué acciones quieren emprender.
Aleix Concernau
Per això coincideixo tant en el fet que cal posar la responsabilitat en el pacient, ja que fent-lo partícip i responsable a ell/a en les decisions, serà molt més fàcil que després se senti implicat en fer les tasques, els canvis, qualsevol exercici de reflexió, estarà motivat/a, aportarà idees, etc. Quan la persona pot decidir, el motor que la farà avançar pel camí triat serà molt més potent que si hagués estat imposat, perquè la persona vol, té desig, i és ell mateix qui sent que empeny per poder continuar endavant més que sentir-se arrossegat per algú que l’obliga.
En el món educatiu o esportiu, cal vetllar per un aprenentatge en els alumnes o jugadors/es, i per aconseguir-ho s’ha de dotar de sentit tot allò que es proposi fer, connectant qualsevol tasca a un propòsit estimulant perquè sentin que són ells els que escullen fer-ho, en comptes de sentir-ho com una obligació.
Victor Gascon
Muchas de las coses que creemos que estamos obligados a hacer, no son realmente una obligación, sino una opción. Tal y como dice el artículo relación que estas opciones mantienen con el propósito de cada uno determinara si es una obligación o no. Nunca había hecho esta interpretación ni este nexo entre el propósito Y la sensación de obligación. Resignarse a la obligación es una manera de dejar de poner el foco en tu propósito para ponerlo en otro lado, y por tanto generar todo un sentimiento de discordancia. Es muy importante recalcar la importancia de la libertad de toma de decisión y la cantidad de alternativas que se pueden encontrar.
Marta F
Estem en una societat en la que inconscientment confonem obligació amb elecció. Creiem que tenim «obligacions» però la realitat és que no som consicents que en el fos, els qui triem tenir aquesta obligació som nosaltres, Per exemple, creie que anar a treballar ñes una obligació però en el fons no ho és. També tenim la opció de no anar.hi, les úniques obligacions que tenim reals són menjar, beurei dormir perquè sense aquestes ens moririem.
Tota la resta d’obligacions són subjectives i depenen de la nosra elecció. Em quedo amb aquesta frase «hagas lo que hagas, conectalo a un proposito estimulante», perquè sens emotivació ens costarà és aconseguir la «obligació.
Aida Prat
Me resulta muy inspirador el artículo. Si elegir es un acto de libertad condicionado por los valores que subyacen en nuestra psique, qué importante es el trabajo personal para poder elegir desde un lugar genuino y de autenticidad.
David Noé
Moltes gràcies Hermínia per compartir amb nosaltres un exercici tan senzill i a la vegada tan essencial, simplement l’afegir “escullo…perquè vull…” ens fa connectar amb el sentit i el propòsit de cada decisió que prenem i acció que fem. Tot i així, coincideixo que existeixen situacions en les que no acabem d’acceptar del tot el motor que ens impulsa a dur a terme determinada acció, és per això que considero indispensable seguir caminant en la direcció que ens apunta el cor, i a la vegada ser capaços i capaces de dirigir la mirada més enllà de l’ara, construir una i mil metes canviants, que ens omplin el cor a l’imaginar-nos assolint-les, acceptant que hi ha accions la recompensa de les quals no serà pas immediata.
Aina Borrell
Crec que aquest article m’ha aportat un aprenentatge que no tenia abans, i que a la vegada potser mai m’havia parat a plantejar: «¡Hagas lo que hagas, conéctalo a un propósito estimulante!».
De manera que, si cada acció que fem està complint un propòsit, deixarem de viure-ho com una obligació o com a algo que preferiríem no fer. Al llarg de la vida ens toca fer moltes coses que potser no voldríem, i que fem perquè tenim l’obligació dels pares o perquè és el que s’espera de nosaltres, entre moltes d’altres situacions. Sempre he pensat que la clau estava a guanyar resistència a la frustració, com si tenir l’habilitat de fer coses que realment no vull fer fos una habilitat útil i necessària d’incorporar. Ara em dono compte que no era tant aprendre a fer coses que no vull, sinó incorporar un propòsit que em motivi a fer aquestes coses que d’entrada potser no volia fer.
Guilllem Llort
Este es uno de los artículos que al leerlo te invita a reconceptualizar muchas ideas y significados que ya tenías. Me parece muy interesante como la lectura destaca la importancia de conectar nuestras acciones con un propósito estimulante. Es muy importante que reflexionemos sobre cómo nuestras elecciones y actitudes hacia las tareas diarias pueden influir en nuestra satisfacción personal al final del día. Al tomar decisiones conscientes y alinearnos con nuestros valores, podemos liderar nuestra vida y convertir incluso las tareas más tediosas en experiencias estimulantes y significativas. Ya que la coherencia entre él hago, digo y pienso aporta una paz que pocas veces puede superarse.
Gal·la
Siempre me he autodenominado como una persona indecisa, y me resulta interesante observar cómo esta etiqueta influye en la cantidad de decisiones que debo tomar a lo largo del día. Constantemente me encuentro en una lucha interna, evaluando los pros y los contras de cada opción, tratando de equilibrar la balanza que no deja de tambalearse entre una elección y otra. Estoy aprendiendo a abordarlo desde una perspectiva más reflexiva, cuestionándome el propósito y los beneficios detrás de mis elecciones. Mirando la otra cara de la moneda, tal vez esto me brinda la oportunidad de tomar decisiones más informadas y significativas en mi día a día.
¿Qué busco? ¿Qué pretendo al realizar esa acción? ¿Qué beneficios obtengo? Y sobre todo, ¿para qué lo voy a hacer?
Sofía
Una vez más, elegir es renunciar. Por eso resulta más reconfortante escondernos bajo el pretexto de la obligación. Si nos sentimos obligados, nos desprendemos en cierto modo de la responsabilidad de esa elección, de esa renuncia y es pérdida. Sin embargo, tomar consciencia de que son elecciones es el primer paso para conectar con nosotros y nuestra libertad de decisión y acción.
Ariadna
Decidir sovint implica guanys, però també riscos i pèrdues. Quines d’aquestes decisions són plenament conscients? A vegades ens deixem portar, posem el pilot automàtic, i creiem que estem fent una elecció quan realment seguim a la majoria, allò considerat com “normal” o simplement al que s’espera de nosaltres.
Les obligacions i les eleccions són mútuament excloents? Tenim la capacitat de buscar i trobar espais en què la nostra decisió és la que val, on podem actuar d’acord amb les nostres conviccions.
L’ideal, des del meu punt de vista, és trobar un equilibri entre allò obligat i allò escollit. Som els qui tenim el poder de veure una obligació com una possibilitat amb un propòsit, com una oportunitat, fent així una cerca d’un major sentit de satisfacció i realització en la nostra vida.
Irene Lacal
En general soc una persona a la que sovint li resulta fàcil escollir, i intento prioritzar els meus desitjos i necessitats alhora de pendre decisions. Quan ens trobem amb situacions on ens resulta complicat establir límits, és cital examinar quins pensaments ens estan limitant la capacitat de decidir.
Establir límits saludables i comunicar de manera efectiva les nostres eleccions és essencial per enfrontar-nos a les dificultats que ens sorgeixen. El post també m’ha recordat la rellevància pràctica de treballar amb els pacients en el desenvolupament d’habilitats de comunicació assertiva i en la capacitat d’establir límits ferms però respectuosos, promovent així la seva autonomia i empoderament.
Amanda Martín
Realmente, detrás de toda «obligación», hay un propósito a conseguir, pero opino que como seguramente la recompensa es a largo plazo, generamos mucho rechazo a la obligación, ya que no nos proporciona un premio rápido y fácil de conseguir, si no que en muchos casos se consigue siendo constantes y trabajando duro. Esto puede ser poco motivador para muchos, me incluyo, el pensar que haces algo que no te acaba de apasionar para conseguir un objetivo futuro fabuloso pero lejano. Aún así, poco a poco, si nos conectamos con el propósito, dicha obligación ya no la veremos como tal, y es posible que incluso podamos disfrutar de ella, ya que forma parte de nuestro camino y proceso.
Aleix T.
Que enfoque más útil el que comentas en este artículo, Hermínia. Te cambia automáticamente el chip de victimismo por el de proactividad. Elegir hacer lo que hago porque quiero. Conecto realizar una acción con el propósito de fondo, con mis valores. Es un muy buen consejo. De otra manera, vamos por el mundo movidos como autómatas y todo a nuestro alrededor está teñido de gris. Este punto de vista es atractivo porque pone el foco en el locus de control interno del sujeto. Es decir, en lugar de esperar a que cierta tarea me guste, me apetezca -cosa que puede no pasar-, soy yo el que hago que esa tarea sea apetecible, ¿cómo? Viendo que esa tarea es BUENA para mí. ¿Cómo sé si una tarea es buena o mala para mí? Pues fijándome en si dicha tarea está alineada con mis valores de vida o no. Así pues, las tareas más monótonas, más aburridas de hacer, ELIJO hacerlas porque me acercan a ser la persona que yo quiero ser. Me acercan a mi yo ideal. Qué diferente es esto de sentir que soy movido por fuerzas exteriores como «lo tengo que hacer porque son deberes de la universidad», «porque me lo pide mi jefe», «porque así son las cosas», etc. Aquí es imposible sentir que tu tienes las riendas de tu vida porque siempre hay alguien que tomas las decisiones por ti.
Creo que es muy interesante reflexionar sobre estas diferenciaciones para empoderarnos, y sentir que somos nosotros quienes elegimos el rumbo de nuestra vida.
Un saludo Hermínia.
Mario
Importantíssima la dicotomia que pot suposar una elecció, així com, l’acció que prenem al respecte. Amb el que comentes a l’article és fàcil veure com el que fem i creiem com a propi, és moltes vegades producte d’una elecció aliena a nosaltres. Un fet que nosaltres exercim en el nom d’una cosa que no sabem (de la por, de l’acceptació pròpia i dels altres, de la comoditat…), segurament perquè no hem sabut responsabilitzar-nos a l’hora de triar-ho o de fer-ho. Intentaré continuar plantejant-me sempre aquestes dues darreres preguntes.
¿Has elegido de manera consciente lo que vas a realizar a continuación?
¿Para qué lo vas a hacer?
Herminia Gomà Quintillà
Gracias Mario por aportar tus comentarios.
Aloma Alenyà
Hola Hermínia, gràcies altre cop per les teves paraules. Aquest article m’ha ressonat profundament i m’ha recordat a la primera sessió que vaig fer del New Times New Path. Recordo fer l’activitat que ens proposaven i pensar «ostres, tot el que faig durant la setmana té el seu propòsit». Sempre he estat una persona que ha volgut aprofitar al màxim tot el temps que tinc i m’he omplert (i m’omplo) el calendari amb tot allò que crec que forma part d’un projecte important per mi. Escullo formar-me perquè vull aprendre i trobar una feina en relació amb el que estudio. Escullo treballar perquè vull estalviar per independitzar-me. Escullo fer voluntariats perquè és un espai que gaudeixo profundament. Escullo fer esport perquè em sento de meravella i m’ho passo genial. Escullo dedicar-li temps a les persones a qui estimo perquè m’agrada cuidar el lligam, em fa sentir connectada amb elles, m’ho passo bé i aprenc moltes coses.
Una decisió que m’agrada molt de mi és haver decidit ser crítica amb el món perquè vull viure havent decidit com vull viure. Prendre consciència de que aquestes decisions son les que fan que lideris la teva vida és una eina d’un poder incalculable.
Herminia Gomà Quintillà
Gràcies a tu pel teu comentari Aloma! Com sempre molt ben expressat!
Adriana Rubí
«Elijo hacer esto siendo consciente de que niego la otra opción.» Crec que és justament aquesta afirmació / pensament el que ens porta moltes vegades a preferir pensar que estem fent les coses per obligació (que no tenim una altra opció) que per elecció, i que, per tant, hem descartat (de forma voluntària) moltes opcions alternatives i possibles. Pensar que actuem de forma imposada ens permet col·locar-nos en una situació còmoda, on «jo no haig d’escollir perquè està clar que he de fer això i punt», però que hi ha darrere d’aquest pensament? Por, mandra, angoixa pel que ens podem perdre, etc. Crec que al final, ser conscients que fem el que fem per elecció pròpia (la majoria de les vegades), és ser molt més sinceres amb nosaltres mateixes.
Lidia Z.
Es más fácil pensar que estamos obligados a algo y que no tenemos otra opción para así forzarnos a hacer algo que no nos apetece pero que sentimos que “debemos” hacer por alguna razón. Cuando nos damos cuenta de que no son obligaciones sino elecciones, se le encuentra un sentido y el nivel de frustración disminuye, o al menos sentimos que tenemos la posibilidad de decidir, de que hay un plan B. Me quedo con la frase: “Ser conscientes de que siempre nos queda otra opción conecta con nuestra libertad para elegir hacerlo diferente. Elegir significa escoger una opción para rechazar otra.”
Alicia A.
A veces nos olvidamos de que, durante la mayor parte de tiempo, lo que hacemos lo hacemos por elección y no por obligación. Sin embargo nos olvidamos que «elegir significa escoger una opción para rechazar otra.», nos olvidamos de que existen motivos por los que rechazamos la otra opción y elegimos la que estamos haciendo. Y conectar lo que hacemos con un propósito estimulante es la clave para que nuestras elecciones no acaben pesándonos como si de obligaciones se tratasen.
Gracias por la reflexión Herminia!
Hanna
Cuando lo hacemos por «obligación», supone que no tenemos otra opción, y no tener otra opción es tener que renunciar a nuestra voluntad y libertad. Las obligaciones resultan de todo menos atractivas.
Me surge pensar que a veces acabamos etiquetando como obligaciones cosas que en algún momento han tenido un propósito y han surgido de una elección y parándonos a hacerlo consciente y reconectar con ello podemos volver a dárselo. Quizá lo que parece una obligación no tuvo propósito al principio, pero sii ahora nos detuvieramos a pensarlo lo encontraríamos…
Es importante llevar al consciente y a la reflexión de vez en cuando aquellos aspectos con los que no nos sentimos del todo conectados de nuestra vida, como podría ser las cosas que «hacemos por obligación». Estamos en constante evolución y también hay que actualizar nuestras opiniones al respecto de nuestras vidas.
Más allá de actualizar las que ya tenemos, evidentemente como plantea Hermínia es imperativo conectar las elecciones con la voluntad. Tan «simple» como: «lo elijo porque lo quiero elegir».
Judit
«Elegir significa escoger una opción para rechazar otra». Considero que es una frase que es importante tener en cuenta, siempre hay un momento en que debemos elegir y consecuentemente, debemos rechazar algo. Recordar que no podemos impedir rechazar es importante para no caer en la frustración, para no intentar controlar algo que realmente no depende de nosotras.
Me ha parecido muy interesante lo que se esconde detrás de aquello que percibimos como obligación. No me había planteado que detrás de aquello que creemos que es una obligación haya algo que nos cuesta reconocer porque lo hacemos por motivos que no aceptamos, como por ejemplo dinero, gustar a los demás, para evitar sentir algo…
El artículo me ha invitado a reflexionar sobre que percibo como obligación y hasta qué punto es verdad que lo sea.
Laia Llobet
Me ha encantado este artículo porque es un tema recurrente que aparece en mi vida. Personalmente pienso que en el fondo siempre elegimos lo que hacemos porque hacemos las cosas con una finalidad. Puede ser que conscientemente no sepa cuál es la finalidad pero hay siempre un motivo, sea positivo o negativo el resultado para mí.
Si le damos un sentido a nuestra vida, la obligación deja de existir porque pasamos a dar un propósito a las cosas que hacemos.
El problema recae en que en la sociedad en la que vivimos, hacemos muchas cosas sin saber bien por qué las estamos haciendo, y esto genera mucha frustración. Es por eso que, cuando nos encontremos en un momento de nuestras vidas en el que percibimos todo como una obligación, hay que parar un momento y conectar:
¿Quién soy? ¿Qué quiero? ¿Cómo lo haré?
Fatima Z.
Sinceramente, esto es algo que me pasa muy a menudo. Suelo transformar las cosas que quiero hacer o conseguir por obligaciones, por lo que termino abandonando mucho de mis objetivos. En mi persecución por un ideal de perfeccionismo, dejo en el olvido el “quiero hacer” e implanto el “debo hacer”, como comentaba en otro blog. Es importante acordarse del por qué elegimos hacer lo que hacemos y seguir disfrutando de ello, así como tener presente que siempre, o al menos casi siempre, tenemos la opción de elegir y de cambiar nuestras metas. Cuando algo nos deje de gustar hay que cuestionar que es lo que ha cambiado y a partir de ahí evaluar si seguir en este camino o buscar otro que sea más fiel a nosotros.
Iris Mulero
Durant les supervisions que hem tingut respecte els pacients dels alumnes de pràcticum, a les primeres sessions els pacients havien de definiri els seus objectius en la teràpia, i és cert que alguns començaven redactant-los amb un «he de» o «hauria», i això significa que ho senten com una obligació, però que potser no és el que realment volien. També, en alguna ocasió algun pacient parlava de motivació, sobretot en els exàmes, o en els estudis en general, i a les supervisions ens van explicar que el que aquí realment fallava era que no se sabia el propòsit de fer aquell màster o aquella carrera, o potser s’havia oblidat del per a què l’estava estudiant, i això pot arribar a ser molt frustrant, per tant lo interessant aquí era fer-li veure al pacient o que no hi havia cap motivació per allò, cap propòsit al final, o que simplement s’havia perdut o oblidat, i llavors ell o ella decidir si recuperar-lo o canviar completament d’estil de vida.
Joan Salmerón
Aquesta reflexió de prendre consciència del propòsit que tenim darrere de cada acció, que a vegades la podem veure com una càrrega, em fa pensar que en teràpies l’haurem de tenir molt present. El fet d’intentar que el pacient s’adoni dels motius reals, i dels valors que amaguen aquests motius per les seves accions, i que puguin no ser agradables de localitzar-los, per exemple: fer les coses per buscar l’aprovació dels altres, o fer-les per diners únicament, o per no sentir-nos culpables.
Valors que s’hauran de treballar i ampliar perquè la decisió final que acabem tenint sigui acceptable i vàlida per nosaltres.
Ivan
Buscarle un significado a las cosas que hacemos, para tomar consciencia que detrás de cada acción hay un propósito. Me parece muy importante mantener este pensamiento, ya que como dice Herminia cada acción cumple un propósito. En el día de hoy en las diferentes acciones que he tenido que tomar he aplicado las preguntas: ¿Qué busco? ¿Qué pretendo al realizar esa acción? ¿Qué beneficios obtengo? Considero que la que más me ha servido es la de los beneficios ya que de ahí puedo entender que busco con la acción y que pretendo al realizarla. Te das cuenta que no hay nada que se haga por obligación como tal, tiene significado, algunos casi insignificantes, pero cumplen el propósito.
Alba Alcaraz
Es inevitable que con el paso del tiempo perdamos de vista el propósito por el que empezamos algo y nos pueda invadir la insatisfacción, la desmotivación y la desgana. Volver a conectar con el motivo que llevó a tomar la decisión, encontrar por quién se tomó contribuirá a identificar desde donde escogemos, ser conscientes de nuestras decisiones y las consecuencias y beneficios que estas traen consigo.
La frase del post “ser conscientes de que siempre nos queda otra opción conecta con nuestra libertad para elegir hacerlo diferente. Elegir significa escoger una opción para rechazar otra.” considero que resume bien la capacidad de las personas para rehacer y entender que no solo hay una manera de actuar, sino tantas como personas existen y para cada cual tendrá su sentido y su valor en base a la propia historia de vida.
Ruth
“En lugar de lamentarnos de hacer lo que hacemos por obligación, tomamos consciencia del propósito que nos guía a elegir”. Aquesta frase de l’article m’ha cridat molt l’atenció. La importància de trobar un objectiu estimulant per a nosaltres a tot allò que fem ens pot ajudar a fer les coses amb ganes, motivació. Moltes vegades, d’una manera inconscient, escollim fer quelcom des de l’obligació, o per pressió, i és allà quan esdevé un obstacle per a nosaltres.
Trobo molt interessant aplicar aquesta filosofia de vida en el nostre dia a dia, intentar trobar el propòsit de tot allò que fem, per poder gaudir de tots els moments d’una manera més gratificant, ja que això simplifica gran part dels problemes que puguem arribar a tenir.
Helena
Esta reflexión me ha hecho acordar de un amigo mío. Él siempre me decía que de obligaciones en la vida al fin y al cabo tenemos bastantes, por lo tanto tenemos que elegir lo máximo que queremos hacer. También, si hay aspectos de nuestra vida que son como »obligatorios», por ejemplo, ir a la compra, rentar los platos, ver los familiares de tu pareja, trabajar quizás de momento en algo que de momento no es tu vocación, siempre me decía hazlo con la mejor actitud posible. Si es algo que no puedes cambiar pon tu mejor actitud y ganas, hazlo divertido. Así en vez de vivirlo como una carga lo vives como una oportunidad, y allí puedes elegir. Esto mismo me ha ayudado mucho a ser una persona más positiva.
También, creo muy importante analizar bien porqué haces lo que haces, realmente es una obligación o puedes elegir otra opción. Veo mucha gente quemada en su trabajo y aburrida, yo delante de esto veo dos opciones si por desgracia este trabajo es la única opción posible, en vez de tomártelo como una obligación y que sea una carga, elige vivirlo de una manera más abundante. En otro caso, si puedes cambiar, analiza otras ofertas, otras opciones y el tiempo restante delante esta obligación, tómatelo con el mejor humor. Al fin y al cabo, las obligaciones las imponemos más nosotros que otra cosa. Muchas veces forjamos cosas que no son, quizás por miedo, por una falta de aceptación o bien, por conformismo.
Iris Caballero-Perez
A psicologia s’ha donat molt d’èmfasis a la importància del llenguatge en l’estructuració del nostre pensament. En aquest article en concret, és interessant ja que tracta la importància en definir els conceptes, sobretot quan es tracta de termes com l’obligació i l’elecció. Socialment solen confondre’s molt, sobretot, de manera inconscient. M’emporto la frase: «Feu el que feu, connecteu-lo a un propòsit estimulant!» ja que si tenim una obligació però li afegim un propòsit, un sentit i un significat, aquesta «obligació» passa a ser una elecció per tenir una determinada finalitat. És a dir, realment Qui ens obliga a fer alguna cosa? Crec que tot es redueix a un mateix, però sense ser determinista. La clau es connectar mb la motivació intrínseca i responsabilitzar-nos d’aquesta elecció.
Iris caballero perez
M’ha xocat article bastant aquest article honestly. La idea empoderadora de convertir el obligat a he decidit. I que molts cops ens quedem amb el obligat pq ens amaguem els motius reals. Pq sempee hi ha uns motius q ens mouen a fer les coses, tant siguin externes o internes, pero sempre hi ha algo dins nostre. I la reticencia que tenim de vegades de reconeoxer que algo ho estem fent per quedar be, per no ferli pal, per honor, per diners… Es que es molt real aixo, i no n’era concient. Aixi q agaeixo aquesta presa de conciencia 🙂
Elena Charle
Este articulo me recuerda a todas las veces en las que me he preguntado si lo que hago es realmente elección mía en libertad o simplemente elección dentro de unas posibilidades que ya me vienen determinadas. En la sociedad en la que vivimos muchas veces nuestro camino viene predeterminado y tenemos opción a escoger unas pocas cosas. De todas formas, como bien se comenta en el artículo, es muy importante que hagamos lo que hagamos seamos capaces de encontrarle un significado y un propósito que nos hagan disfrutarlo con sentido.
Belen Granell
Después de leer este artículo me ha hecho reflexionar sobre lo sobrecargados que estamos últimamente los jóvenes. Nos posicionamos en 4º de carrera, con muchas decisiones por delante pero sin mucho tiempo de calidad para reflexionar realmente en ello. Tenemos un TFG por delante, unos exámenes, prácticas y muchos de nosotros trabajo. ¿Realmente estamos preparados para soportar toda esta presión? ¿Estamos obligados o lo hacemos porque realmente estamos luchando por lo que queremos? Considero que hay que hacer una introspección muy importante para saber si se está escogiendo por elección propia o porque inconscientemente estamos condicionados por estímulos externos.
Me ha parecido realmente interesante hacerse preguntas para tomar consciencia de lo que realmente queremos y estamos buscando y, por lo tanto, elegir por qué se quiere y no por qué se debe.
Eva Palleiro
Que buena reflexión, totalmente de acuerdo. Hay que buscar más allá, muchas veces cuando nos cuesta hacer las cosas no sabemos porqué y muchas veces tiene que ver con preguntas de «para qué lo haces, para quien…» y nos damos cuenta que estamos haciéndolo para agradar a alguien, para demostrarnos algo a nosotros mismos, porqué ya habíamos empezado a hacerlo y hay que terminarlo, porqué no se hacer otra cosa….»
Un montón de creencias limitantes que nos obstaculizan el disfrute a la hora de hacer nuestra rutina. Y es curioso como trabajando y reflexionando sobre las creencias y el propósito de repente todo tiene una nuevo matiz, cambiando nuestra visión.
Paula Martínez
¿Qué busco? ¿Qué pretendo al realizar esa acción? ¿Qué beneficios obtengo?
Que preguntas más difíciles para mi. Me he puesto a leer este articulo pensando en mi misma en todo momento. La palabra «debería» suena constantemente en mi cabeza. A veces, cuando tengo que tomar una decisión me digo a mi misma «debes hacerlo y punto», pero nunca me paro a pensar si quiero hacerlo en ese preciso momento, me fuerzo a hacerlo y acaba convirtiéndose en una obligación como se explica en el articulo.
Esa obligación acaba causándome emociones desagradables y la decisión que he tomado acaba creándome cierto rechazo. Hasta ahora, me sentía un poco «rara» pero leyendo el articulo entiendo que es un proceso que acabamos marcando nosotros mismos por no tomar consciencia en el momento de tomar algunas decisiones.
Así que, si, esas preguntas son difíciles para mi, pero gracias a este articulo me voy a proponer hacérmelas cada vez que vaya a tomar una decisión, porque si, porque lo elijo y porque quiero elegirlo.
Sara Cano
Realizar el prácticum me ha proporcionado lecciones valiosas como las que expone el post. Me h ahecho reflexionar y tomar conciencia de lo que se esconde detras de cada «debo hacer, deberia, tendría que» y la gran diferencia que existe con «quiero hacer, me gustaría hacer, decido hacer». Y es que el segundo, nos hace responsables de nuestros actos, nos hace realizar dichos actos desde la elección, la voluntad de decisión y por ende, desde lo que realmente deseamos. A diferencia de la presión a la que nos sometemos cuando ejercemos dicho poder al «debería», dejándonos a nosotros al margen. Esta visión, este cambio de paradigma, me ayuda a conectar conmigo misma, potenciando mi autoconocimiento siempre que me cuestiono desde «dónde» estoy tomando esa decisión. Conectando con el «para qué» y sobretodo conectando con si esta elección va a contribuir en mi bienestar. Así mismo, me ha ayudado a ponerlo en práctica con la paciente, visualizandolo rápidamente a través del diálogo y cuestionándonos todas creencias que le causan malestar. Solo así fomentaremos el aprendizaje y la conexión con uno mismo para vivir la vida que realmente queremos vivir.
Judith Molinos
Con este artículo he reflexionado sobre la importancia de hacer las cosas porque queremos y no por obligación, de conectar todo aquello que hacemos con algun propósito que nos estusiasme.
Veo interesantes este tipo de preguntas para ver qué es lo que realmente queremos y para qué lo queremos.
No se trata de decir «tengo que…» sino «quiero o elijo…», para tomar las riendas y el control de nuestra vida.
Paula Enrich
La dualidad entre lo que debemos o lo que queremos hacer esta presente en nuestro día a día. ¿Cuántas veces habremos escuchado o habremos dicho? Como por ejemplo: «debería estudiar pero quiero salir a tomar algo». En situaciones del día a día esta dualidad pierde «peso» porque no son decisiones que tengan consecuencias a largo plazo, pero si se da frecuentemente o con decisiones importantes, entonces es importante parar y hacer un momento de reflexión. Puedes preguntarte si lo que deberías también lo quieres o no. Si lo que quieres hacer lo quieres realmente. Hacer una balanza sobre lo que es realmente importante para ti y entonces tomar una decisión más consciente y responsabilizándote de ella.
Noelia Mora
Entre los automatismos a nivel de discurso y las frases ya aprendidas que decimos sin tan solo pensar, se vislumbran interesantes matices sobre la forma de pensar y sentir de las personas. En este punto radica la importancia de no tanto “lo que decimos” sino el “cómo elegimos decirlo”: con qué palabras, con qué tono, qué comunicación no verbal le acompaña… Por tanto: “dí aquello que quieres decir, no otra cosa”.
Relaciono la capacidad de elección con la responsabilidad y esta última con la libertad. Al final, en la vida haremos cosas que no nos llenaran plenamente pero cuyo resultado nos conectará con la libertad y de ahí el sentido de nuestra elección. Sin embargo, lo importante en todo momento es tomar las decisiones desde la consciencia de qué es lo mejor para mí, lo que me llena, aquello que me hace vibrar, ilusionarme, soñar, aunque a veces esto tarde un poco más en llegar y no sea un placer inmediato.
Paula Lucas García
Considero que la clau en tot el procés, és , com diu l’article, trobar a totes les coses una voluntat. Hi ha accions que hem de fer perquè toca fer-les, si trobem una voluntat a totes les decisions deixem de veure-les com obligacions per veure-les com passos d’aprenentatge que estan al nostre camí. He de dir, que no es fàcil, que hi ha vegades que no hi ha manera empoderar segons quines tires, per això, crec que és important l’acció de un Coach en aquests casos. Crec que el Coach pot ser l’element perfecte per tornar-nos les inseguretats amb les preguntes de l’article com: ¿Per a qui vaig a fer-ho? ¿Quina és la motivació? ¿Que m’aporta?.
Una altra de les coses a destacar de l’article i amb la que em quedo, es com a vegades no som capaços de reconèixer els motius pel quals fem les coses, m’he sentit identificada en aquest punt ja que, a vegades, he tatxat de obligació coses i les he anat postergant només perquè em feia vergonya admetre els motius pels quals jo feia el que feia. Crec que aquest article es pot relacionar amb el de postergar, ja que, quan tenim obligacions les solem postergar més fàcilment per evadir els motius. En canvi, quan trobem la motivació en les coses, són decisions personals que si volem fer.
Ana Linares Rueda
Después de leer este artículo me he sentido reflejada en en diferentes situaciones de mi vida que he ido postergando acciones y me he permitido cuestionarlas. Es curioso como cuando algo se nos marca como obligación, nos causa rechazo. Esto pasa desde que somos muy pequeñas, por ejemplo tu mamá o papá te dice que no puedes ir a aquella zona lejana del parque, ¿qué va hacer el o la niña?. Cuando a los y las adolescentes se les prohíbe consumir bebidas alcohólicas porque son menores, ¿qué van hacer?. Cuando se obliga a no hacer algo, es decir, prohibición, nuestra actuación es la contraria, la vamos a hacer. Lo mismo pasa con la obligación de realizar algo, cuando nos obligan, nos causa rechazo, ya no queremos hacerla. Este hecho se basa porque no estamos eligiendo, no decimos nosotras de hacerlo. Cuando basamos una actuación a nuestra elección , cambia, porque hay motivación, autodeterminación y propósito o sentido.
Ana Sánchez
Cambia muchísimo cuando tengo una tarea y pienso en por qué la quiero hacer, que me aporta, conectar con la motivación para cambiar el “tengo que” al “quiero”. Me doy cuenta de que los propósitos están en el día a día. Es como si se pusiera el modo automático y no tuviéramos opción a elegir, en cambio al liderarnos podemos decidir y hacemos lo que queremos des de otra perspectiva.
Júlia Sala Caballeria
Després de llegir aquest article he connectat amb un llibre que em vaig llegir fa un temps anomenat El poder del ahora. Una frase d’aquest llibre diu el següent: «Cuando se entrega a lo que es y así se vuleve completamente presente, el pasado deja de tener poder alguno. No lo necesita ya. La presencia es la clave. El Ahora es la clave.» Personalment, considero que vivim en una societat on moltes persones vivim «en pilot automàtic». És a dir, la majoria de vegades no atribuïm un significat a allò que fem, sinó que «ho fem perquè s’ha de fer i és el que toca». Evidentment, hi ha activitats en el nostre dia a dia que no podrem canviar, però moltes d’elles sí que podem decidir si fer-les o no. Considero que serà molt important connectar amb allò que estem fent des de la llibertat i la capacitat que tenim per decidir sobre la pròpia vida.
Mar Canovas
Cambiar la formula «tengo que» para «elijo… porque» es para mi fundamental para poder asumir responsabilidad sobre la porpia vida, dejar patrones de victimismo y poder madura. Ser capaz de conectar con nuestras necesidades y encontrar un buen motivo para hacer lo que hacemos, cambia completamente la calidad de nuestras acciones, llenandolas de energia vital.
Sara Elizabeth Olivares Puelles
¿Mueves el mundo o él te mueve a ti? esa es la pregunta, hacemos las cosas por obligación, de alguna forma actúan sobre nosotros, o por lo contrario somos nuestros propios agentes, tomando nuestras decisiones. Es increíble la cantidad de veces que cuando nos preguntan ¿por qué haces esto? contestamos que por obligación. La vida se hace bastante pesada si consideramos que estamos obligados a realizar muchas cosas. Debemos ser conscientes de lo que hemos escogido y cambiar nuestra mentalidad de obligación a compromiso, a un compromiso con nuestra responsabilidad y decisión. Siempre se puede escoger, siempre hay un pequeño movimiento a hacer.
Maria Mercedes Aparicio Romero
Estoy de acuerdo en que muchas veces hacemos cosas que nos resultan pesadas o poco gratas pero que incluso esas cosas elegimos hacerlas. Quejarnos de tener que hacerlas o caer en actitudes victimistas no harán más que empeorar la situación. Creo que es mucho más honesto y sano indagar en las razones que están detrás de nuestra decisión de hacerlas. Ser conscientes de que nosotros somos los que en última instancia “elegimos” hacer o no hacer algo, esto nos devuelve a la realidad que podemos elegir de forma diferente y si aún así seguimos adelante entonces es responsabilidad nuestra encontrar motivos para hacerlo con mejor disposición.
drwiygni
Es curioso, yo a menudo reflexiono sobre esto. Tengo la capacidad de hacer de un quehacer del que disfruto, una obligación de la que siento presión. Es fácil dejarse llevar por esa vía una vez le pones pasión a algo y acabas por querer hacer más de lo que puedes o mejor de lo que ahora puedes dar. Esa necesidad de dar más en aquello que te interesa, si no se gestiona correctamente, puede acabar por ser nocivo.
Si pongo muchas expectativas y autoexigencia, empiezo a fijarme en la forma y no en el contenido, no siento Flow, ni siento el camino…y allí me desconecto. La importancia de reflexionar por qué hacemos lo que hacemos, qué nos impulsa a realizarlo, qué hay detrás de esa acción. Analizar si hago X por mi o por los demás y si quiero continuar en ese camino de «Obligación». Observar si hago lo que quiero, si en mi vocabulario priorizo «elección» y si esta palabra resuena conmigo o nunca he sido consciente de ella. Personalmente, necesito hacer un ejercicio de desapego con la idea de «obligación» y de todo lo que implica utilizarla como palabra base para cualquier quehacer. Es como invitarse al No Ver todas las dimensiones que ofrece la Vida, no? El creernos que todo lo que realizamos es por obligación nos aleja más que nos acerca de la Verdad. Realmente alguien nos está apuntando en la cabeza con una arma? Quién apunta y por qué? Quién te orienta a los resultados y no te deja saborear el camino? Quién esta eligiendo y quién esta obligando?
¿Qué esconde la palabra «obligación»? presión, expectativas, plazo, coacción. Todas estas palabras parecen ir en contra del Flow del dejarse llevar. Cuando me conecto con la «obligación» me conecto a la ansiedad, al miedo, al estrés. Es más fácil hacerlo porque hay un seguido de emociones negativas a las que es más fácil acceder si lo que hacemos está reforzado por una presión externa que puede recobrar varias formas.
La responsabilidad de la persona es tomar conciencia de sus acciones y analizar qué las mueve; cuál es el motivo; de dónde procede. Lo hago por dinero, por seguridad, porque mi padre me lo dice, porque es la vía establecida (..). Desde ese punto parece que no haya otro camino, ya que esta es nuestra «responsabilidad» sin apenas habernos preguntado si aquello lo escogimos nosotros. Nuestra verdadera responsabilidad es la de cuestionarnos nuestras ‘obligaciones’ y que las que realmente lo son, las sepamos tratar con cura. ¿Cómo tratarlas con cura? con el desapego de la misma idea de ‘obligación’. Si me identifico con la idea de ‘elección’ que se basa en una libertad de decisión, me responsabilizo de mis actos y con ello, tiene más significado para mí que no algo que me hayan impuesto. En vez de fuera hacia dentro, el proceso se invierte: de dentro hacia fuera.
Y cada vez que se caiga en el pozo de la «obligación» y nos olvidemos de que fue nuestra elección; la responsabilidad es la misma. Preguntarnos: ¿por qué estoy haciendo esto? ¿aún me mueve hacer esto? ¿me aporta lo suficiente como para continuar dedicándole energía y esfuerzo?
Desde esa sinceridad se conecta con la elección y uno mismo se conciencia del poder del decisión; de la proactividad; de la autogestión. Y desde ese punto, la vida te llevará más hacia donde tu quieras y no por la inercia de la misma. A veces, hacerse a uno mismo estas preguntas de miedo, pero es lo mismo de siempre: ¿anteponer seguridad a libertad? ¿confundirme con ‘obligación’ o brindar por la información y la escucha y con ello la elección?
Tal y como se dice en el artículo, me conecto al Por qué y eso le da un sentido a mi inversión de tiempo. Me conecto con la elección y no con la obligación. Todo son elecciones, pero a veces nos olvidamos y es entonces cuando es más fácil entrar en el «victimismo» y la «pasividad». «Elegir significa escoger una opción para rechazar otra»; al reconocerlo, entiendo por qué tengo esta vida y no otra; porque cada día estoy eligiendo consciente o inconscientemente, llevar a cabo estas acciones.
Comprender y reconocer esto es el paso a la Libertad.
Blanca Torre
Este articulo me recuerda a todas las reflexiones en las que me he preguntado si lo que hago es realmente elección mía en libertad o simplemente eleccion dentro de unas posibilidades que ya me vienen determinadas. Parece que en la sociedad en la que vivimos muchas veces nuestro camino viene predeterminado y tenemos opción a escoger unas pocas cosas. De todas formas, como bien se comenta en el artículo, es muy importante que hagamos lo que hagamos seamos capaces de encontrarle un significado y un propósito que nos hagan disfrutarlo con sentido.
Adriana
¿Lo hago por qué quiero o por qué debo? Esta es una gran cuestión a meditar. En numerosas ocasiones sentimos que hacemos las cosas por obligación, no porqué nace de nosotros. Eso lo que genera es una baja motivación a realizar esa actividad. Como veíamos en artículos anteriores es fundamental encontrarle el sentido a nuestras acciones, un objetivo, un propósito. Si encontramos un propósito un para qué y no un por qué llegaremos a realizarlo con más energía, esfuerzo, responsabilidad y constancia. Es por eso que veo indispensable plantearnos el para qué en este tipo de situaciones.
Marina Romero Llovet
A veces es muy fácil olvidar que somos libres de elegir. Nos ahogamos entre nuestras obligaciones, olvidando que estas también las elegimos. Nos creemos que no tenemos otra opción, resultando en un sentimiento de rabia y odio hacia dicha obligación. Es por esto por lo que es importantísimo tener en cuenta que podemos elegir. Somos libres. Elegir significa escoger una opción para rechazar otra. Me quedo con la siguiente frase del artículo: Es el miedo a lo que deberemos enfrentarnos o la tristeza por abandonar lo fácil y conocido lo que nos impide algunas veces ejercer nuestra libertad para decir: Elijo hacer esto siendo consciente de que niego la otra opción.
Gemma R
Hay veces que nos cuesta ver nuestra realidad y nuestras posibilidades de una forma objetiva. Este artículo lo veo relacionado con este aspecto también ya que a veces no vemos las opciones que disponemos y tampoco nos planteamos por qué elegimos hacer una cosa u otra. Tomar distancia y ver la situación de una manera objetiva puede ayudarnos a conseguirlo.
Otras veces no nos responsabilizamos de nuestras decisiones y achacamos a que algo es ‘’obligatorio’’ cuando nosotros mismos hemos tomado la decisión (aunque esta no sea consciente) de hacerlo. Tomar conciencia de nuestra libertad y parar a reflexionar estos aspectos puede ser muy útil a la hora de enfocar nuestro día a día con un mayor bienestar.
Mònica Sagnier
¡Hagas lo que hagas, conéctalo a un propósito estimulante! Qué magnífica sugerencia… es algo que conviene recordarnos a menudo puesto que en una sociedad que promueve constantemente el “ser productivos” pero pocas veces se nos da unos motivos realmente ligados a nuestros deseos y motivaciones… Así que hagamos nuestro propio “escaneado” y tratemos de buscar siempre la manera de vivir de la forma más acorde posible a lo que queremos. Siempre hay un punto de vista que se puede tomar para decantarnos más hacia la elección y menos a la obligación. Busquemos el nuestro.
Júlia Bartra Pallarès
La diferència entre aquests dos conceptes, és la llibertat de decisió. De la manera que es construeix la nostra societat hem de fer moltes coses, que no sabem ben bé perquè les hem de fer. Per això, moltes accions que hem de realitzar ens generen frustració, perquè no veiem l’objectiu pel qual ho estem fent. I ho percebem com una obligació.
Des de la meva experiència, ho veig quan penso en la meva formació i el projecte que tinc dins del meu cap, des de fa uns anys. Per superar, la frustració que generen diferents assignatures que no m’han sigut interessants, tràmits burocràtics exageradíssims, límits d’entregues asfixiants. Quan em veia desbordada per tant absurditat, recordava el perquè estava fent tot allò i veia que havia sigut decisió meva està fent la carrera. I assumia la responsabilitat que comportava la meva decisió i feia que m’esforcés més per tot allò que se’m feia més cansat.
Júlia Jané
Coincido con el mensaje que pretende comunicar el artículo. Además, creo que muchas veces remarcamos más el «debo hacer» que el «elijo hacer» y creo que este ya es un punto de partida erróneo. Si nos regimos por el «debo», al final acabaremos viviendo desde las expectativas de la sociedad y no desde donde queremos realmente.
Marc Ventosa
Estoy de acuerdo con todo lo que dice el texto, pero hay que ser conscientes que gran parte del tiempo nos van a faltar fuerzas y vamos a tender a olvidar el motivo por el cual iniciamos esa acción. El simple transcurso del tiempo hace que nos olvidemos del «para qué» empezamos esa actividad en su momento, pero es cierto que el simple hecho de hacer algo que hemos elegido le da un empujón a nuestras acciones.
«Ser conscientes de que siempre nos queda otra opción conecta con nuestra libertad para elegir hacerlo diferente», esta frase me ha marcado mucho y considero que es importantísimo vivir siempre conscientemente de que nada es de una única manera. Hay mucha verdad en este verso. Vamos a vivir condenados si pensamos que la vida es de una forma, y es incambiable. Hay que ir siempre acorde con nuestros valores y principios, valorar las diferentes opciones y a partir de ahí decidir en consecuencia.
Anna Sanz
Este artículo me ha hecho pensar en otro artículo de Hermínia (“Sentido, significado y propósito”) porque creo que están muy vinculados y los dos tratan aspectos que tienen mucha relación entre sí. Vivimos en una sociedad en la que muchas veces se prioriza el hacer al ser y en la que las personas se centran mucho más en la acción que en lo que hay detrás de esta. Creo que en cierto modo es importante cambiar esta forma de vivir y conectar siempre con el ser porque esto nos ayudará a darle un sentido y significado a nuestras acciones y, a su vez, a hacer las cosas y a vivir desde la elección y no desde la obligación. Me parece muy importante el hecho de darnos cuenta de si estamos haciendo algo por obligación o porque realmente es lo que queremos hacer porque solo si lo hacemos de esta última forma vamos a dar lo mejor de nosotros, vamos a crecer y a no perder la ilusión.
Agata Tresserra
Este articulo me ha invitado a ser más consiente a como y des de donde elegimos hacer una cosa o no hacerla. La importancia de dar sentido a lo que eligo y para qué me hace ver que muchas veces no hacemos aquello que queremos si no porque nos sentimos obligados.
Es importante recordarnos que somos libres de elegir.
Janna
Aquest article m’ha agradat molt per la connexió que fa de totes les persones amb el valor de la llibertat. Quan sents que ets tu qui ha escollit aquell camí el gaudeixes i el veus amb uns ulls; però quan el mires des del sentiment de l’obligació la perspectiva canvia.
Personalment he reflexionat en aquelles coses que sentia que feia per obligació i, al fer-me moltes de les preguntes proposades a l’article, me n’he adonat que veient-ho amb més perspectiva, cap d’elles s’allunya del meu objectiu; sinó que em beneficiarien més. Crec doncs que passar d’un “estic obligat” a “escullo perquè vull” és fer un canvi de perspectiva de 180º.
Aina
Leer este artículo me ha hecho reflexionar sobre diferentes situaciones y aspectos de mi misma y mi vida en las que he sentido que realmente era yo la que elegía y otros en los que no.
Veo la fuerza y el potencial que tiene poder tomar decisiones des de la elección y no des del sentimiento de obligación. Todo esto me hace conectar con la importancia que tiene, al menos para mí, el poder elegir de la forma más libre posible.
Me parece muy importante poner consciencia a todo esto y el poder aprender a gestionar aquellas situaciones o momentos en las que sentimos que no elegimos. Poder responsabilizarse de nuestras decisiones y actos es clave para poder ir desarrollándose en el proceso madurativo de cada uno.
Olimpia Castro Viu
Al leer el primer párrafo lo primero que me viene a la mente es: totalmente de acuerdo, y lo más fuerte es que muchas veces la obligación nos la ponemos nosotros y nosotras mismos/as, sobre todo cuando tendemos a ser perfeccionistas.
En base a esto, recuerdo un trabajo de verano que tuve en una panadería y la sensación que me suscitaba “ir a trabajar”. Me encantaba, disfrutaba muchísimo, y cuando “tuve que” plegar porque no lo podía compaginar con el estudio no quería irme. Mi pena fue dejar el trabajo y no trabajar en sí, algo así como lo contrario a lo que sucede a la mayoría de personas que conozco. Además, era curioso cuando mi madre me llamaba preguntando mis horarios de trabajo (con todas las connotaciones sociales de este término) y yo pensaba: “¿trabajo?”, ¡si lo vivo como una afición!.
Por otra parte, me estoy dando cuenta de que elegir desde la consciencia responde a la pregunta que enfatiza el coaching teleológico: el “para qué”. Y que, aunque duela y cueste, si lo que queremos es obtener bienestar y alineación personal con la decisión elegida (y sus consecuencias), tenemos que respondernos a esta pregunta con sinceridad, con honestidad, como dice Hermínia, ya que si no nos estaremos autoengañando y caeremos de nuevo en el círculo vicioso de “elegir por (auto)obligación”.
Al leer este artículo, también viene a mi mente la sociedad como fuerza ejecutora de presión y me pregunto cuál es su papel exactamente y qué impacto tiene en cada individuo, ya que muchas veces hacemos o dejamos de hacer por “lo que está bien visto socialmente” o por lo que “se ha hecho en mi familia”, sin darnos cuenta de que esos mandatos sociales los hemos interiorizado tanto que se han convertido en una especie de fronteras mentales que o no los vemos o, en caso de verlas, no nos vemos capaces de traspasar por miedo, como dice Hermínia, a lo desconocido, y a lo que yo añado: miedo a perder lo que se tenía por miedo a no encontrar lo que se quiere en realidad.
Irene Gutiérrez Coranti
Qué importante es definir los conceptos, sobre todo cuando se trata de términos como la obligación y la elección ya que socialmente suelen confundirse mucho, sobre todo, de manera inconsciente. Me quedo principalmente con la frase de » ¡Hagas lo que hagas, conéctalo a un propósito estimulante!» ya que si tenemos una obligación pero le añadimos un propósito, un sentido y un significado esa «obligación» pasa a ser una elección para tener una determinada finalidad. Es decir, realmente ¿Quién nos obliga a hacer algo? Creo que todo se reduce a uno mismo pero sin ser determinista.
Nosotros somos quienes tenemos el poder de elección y elegimos si aquello que vamos a hacer sea una obligación o una elección.
Mar López
A menudo nos quedamos en la queja, en la atribución externa de la responsabilidad de nuestras acciones, desear por ejemplo emprender un proyecto implica muchas horas de trabajo pero es nuestra obligación para poder conseguir un objetivo libremente escogido, esta obligación forma parte de la elección, ya sabíamos que implicaría un esfuerzo.
Es necesario revisar «para que», que sentido tiene esto que estoy haciendo? que estoy priorizando? con que fin?
Irene
He tomado consciencia ahora mismo de algo que has comentado en este artículo que me llevo para reflexionar conmigo misma que es “Lo lamentable es que los motivos que nos llevan a elegir realizar esas acciones esconden valores que no nos gusta reconocer en nosotros mismos, por ejemplo podemos hacerlo por dinero, por agradar a los demás, por aprobación, para evitar el castigo, para escapar de la vergüenza, para no sentirnos culpables, porque es un deber…”. ME he identificado en varios puntos de este artículo, ya que muchas veces te quejas que tienes que hacer ciertas cosas, ya que no te queda otra y en cierta manera estas obligada hacerlas aunque no quieras, pero debes hacerlas y sino una misma se siente mal, pero aquí la gran reflexión, que son nuestros propios valores los que en cierta manera nos limitan a que hagamos algo por obligación o por elección.
Generalda Maria.
Genial artículo! Pensaré profundamente mis propósitos acciones y decisiones para saber q es lo q deseo tomar como obligación.
Ahora momentos muy difíciles ya pasará Dios.
Marcel
La verdad que leyendo este post, me doy cuenta que no he sido consiente del hacer porque quiero fue mi elección y la asumo. Con esta lectura me ayuda a reflexionar para el futuro y ser consiente al momento de hacer algo y no calificalificarlo.
Otra vez herminia nos brinda lecturas de apoyo para trabajarnos y poder estar al 100×100 con nuestro coachee.
Aida Moreno
Un articulo breve y directo que me ha permitido tener más conocimiento sobre cómo nos afrontamos a las obligaciones y elecciones. Voy a pensar profundamente sobre los propósitos que hay detrás de mis acciones y a revisar aquellas que me estoy tomando como obligaciones. Gracias por este gran articulo que me permite ser cada vez más la líder de mi vida.
MARTA
Me parece muy interesante tu reflexión. La obligación se puede transformar en querer al activar nuestras razones y propósitos. Hay cosas que nos agradan más y otras que aunque no nos gustan tanto ni disfrutamos, nos permiten conseguir otras cosas que queremos, serían un medio para un fin. Además está en nosotros crear la cualidad que queramos a nuestro hacer.
Un abrazo.
Marta
Loli
muy buen articulo!
INES PEIRO
Estic mes relaxada desde el mar de llagrimes d’ aquesta tarda Erminia . M´ agrada molt els termes a parlar i es que realment ho necesitava urgentment , d’assistir a aquesta mena de curs, et dono gracies a tu i també a totes les meves companyes » d’ emocions fortes «, . FINS LA PROPERA SETMANA .
Noemi Sosa
Gracias Herminia por este post tan verdadero. Hemos de buscar a lo que realmente estamos llamados hacer por amor en esta vida, y no conformarnos sólo con «esto es lo que hay»